Estudios revelan que durante la época decembrina las personas suelen ganar peso, aunque pueda esta ganancia sea pequeña puede acumularse con el tiempo y generar problemas de salud.
El descenso de la actividad física durante las fiestas navideñas, que por lo general están llenas de dulces, comidas y bebidas, genera un desequilibrio que impacta en el metabolismo, la digestión y los niveles de energía.
Con actividad física como caminar, andar en bicicleta o jugar puede contribuir a la llamada “la cultura de la vida”, que se resume en: ejercicio, nutrición y sueño, de acuerdo con The Conversation.
La grasa es un agravante que se acumula en nuestro organismo, esta tiende a concentrarse en el abdomen, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Por ejemplo, se ha demostrado que el ejercicio moderado o intenso mejora el estado de ánimo, combate el estrés y favorece el aprendizaje y la memoria.
Plan de acción en Navidad
No es necesario esperar al 1 de enero para empezar a moverse. Estas opciones simples pueden integrarse fácilmente en nuestro día a día durante estas fechas:
Caminatas en familia: Aproveche las reuniones para dar paseos al aire libre.
Bailar: Las fiestas son perfectas para mover el cuerpo al ritmo de la música.
Realizar entrenamientos breves en casa: Las rutinas de 20 minutos que combinen ejercicios cardiovasculares y de fuerza son ideales para quienes tienen poco tiempo.
Con información de Agencias Internacionales.