La vicepresidenta sectorial para Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, publicó en su canal Telegram que la revista Nature presentó una propuesta teórica inaceptable, al publicar en la ultima edición un artículo sobre la posibilidad de editar con las herramientas CRISPR múltiples genes de forma heredable en embriones humanos.
“El trabajo es evidentemente especulativo, sin evidencias científicas (con multitud de evidencias contrarias a lo que se propone). Se trata de un ejercicio teórico, basado en modelos matemáticos”, aseveró.
Asimismo, destacó que el trabajo escrito por el filósofo y bioeticista Julian Savulescu, “especula de forma imprudente con la posibilidad de editar el genoma en embriones humanos, no en una posición, sino en múltiples localizaciones, escogiendo para cada gen determinadas variantes genéticas asociadas a características aparentemente beneficiosas, protectoras frente a enfermedades, con el objeto de mejorar los seres humanos, no para curarlos. Como si hubiese iniciado la carrera tecnológica de crear superhumanos».
Del mismo modo, señaló que aunque el objetivo declarado es crear individuos más sanos y longevos, existen preocupaciones significativas sobre los riesgos asociados con esta práctica, por lo que hizo hincapié en el despropósito del intento previo de editar el genoma de embriones humanos por el científico He Jiankui, que resultó en el nacimiento de tres niñas con alteraciones genéticas no deseadas y que las obligarán a mantener una supervisión médica de por vida.
La también ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt) alegó que este polémico trabajo es “un ejercicio teórico matemático que falla por todos los lados y que da a entender, erróneamente, que la edición genómica con las herramientas CRISPR es mucho más segura, certera y reproducible de lo que sabemos hoy en día que es, y de lo que probablemente va a ser durante mucho tiempo, para este tipo de modificaciones que requieren precisión y reproducibilidad”.
La mayoría de las estrategias terapéuticas actuales que usan las herramientas CRISPR «no intentan corregir ni modificar genes, sino inactivarlos», aseguró.
De la misma manera, dijo que no tiene en cuenta que la genética solamente es una parte de la ecuación. “El estilo de vida, la dieta, las interacciones, la convivencia, etc. en definitiva, la epigenética, es la otra parte igualmente importante, dejando de lado el componente medioambiental. Hablamos de la VIDA en su totalidad”.
Por otra parte, consideró que este estudio no tiene tampoco en cuenta las múltiples interacciones que hay entre todas las variantes génicas, ni el comportamiento individual que pueden tener tales variantes genéticas en diferentes personas, con diferentes genomas.
“Es un despropósito descomunal, éticamente cuestionable y científicamente inabordable, que puede generar desconfianza y descrédito de la comunidad científica, del que solo se intuye interés en provocar y generar polémica. Es incomprensible e inaceptable cómo la revista Nature permitió esta publicación. El editorial que lo acompaña es parcialmente positivo, seguramente para justificar, la torpeza y el desacierto cometido publicando este artículo”, afirmó.
La ministra Gabriela Jiménez hizo un llamado a la comunidad, enfatizando que la ética comienza con datos sólidos y una práctica científica responsable.
«No tiene sentido discutir los aspectos éticos de una supuesta innovación si no se fundamenta en evidencia científica sólida», concluyó, refiriéndose a la actual «propuesta genética», que considera imprudente y carente de base científica.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Eliana Muñoz.