La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no es suficiente para limitar el calentamiento global, por lo que se considera vital tomar medidas a gran escala para eliminar el dióxido de carbono ya emitido a la atmósfera.
Estudios realizados recientemente por geocientíficos españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), destacan el potencial de los recursos minerales y subproductos industriales para eliminar el dióxido de carbono mediante una novedosa solución basada en la naturaleza: la meteorización incentivada.
“Las rocas reaccionan de manera natural con el agua de lluvia, que disuelve gradualmente los minerales que las forman, llegando a romperlas. Las rocas ricas en magnesio y calcio reaccionan con el CO₂ atmosférico y el agua formando soluciones carbonatadas alcalinas, atrapando ese CO₂ fuera de la atmósfera”, explica el artículo publicado por la revista The Conversation en su sitio en el sitio web.
La meteorización puede ser inducida y estimulada tras la trituración de rocas -algo recurrente en la naturaleza- permitiendo atrapar el CO₂ atmosférico y almacenarlo en minerales carbonatados durante varios miles de años, de manera que dejen de contribuir al efecto invernadero.
Masivamente, la meteorización incentivada puede contribuir a la eliminación del dióxido de carbono. Sin embargo, esta técnica aún está en desarrollado, y a la espera de superar una serie de retos científicos, técnicos y logísticos para su efectiva implementación.
Actualmente, se realizan múltiples estudios y proyectos en todo el mundo para conocer las tasas de disolución de los minerales implicados y cuál sería el destino a largo plazo del CO₂ capturado.
Descarga continuada de truenos y relámpagos en Venezuela
En Suramérica, existen fenómenos naturales importantes que contribuyen con la preservación del planeta. Uno de ellos se encuentra en Venezuela, y responde a una serie de descargas eléctricas de manera continuada, entre nubes, de nube a tierra y de tierra a nube, que se conoce como Relámpago del Catatumbo.
Este fenómeno es considerado un regenerador de la capa de ozono, gracias a la liberación de partículas de oxígeno que al chocar y por el efecto eléctrico, producen ozono.
El evento meteorológico tiene lugar, durante todo el año, en la cuenca del Lago de Maracaibo, y está asociado a la orografía del área, concretamente por las cordilleras y su proximidad al mar Caribe.
Diversos investigadores han denominado al Catatumbo como “la fábrica de ozono”, constatando que el fenómeno llega a darse aproximadamente 300 días al año, contabilizando 250 rayos por km² y unos 28 rayos por minuto durante nueve horas, lo que generaría suficiente energía como para iluminar 100 millones de bombillas.
Estos hechos certifican que la naturaleza tiene la capacidad de regenerarse, y por lo tanto las investigaciones y estudios científicos son fundamentales para generar acciones inmediatas que contribuyan a contener el cambio climático y al mismo tiempo promueva mayores niveles de consciencia en los seres humanos sobre su responsabilidad en esta tarea.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Eliana Muñoz.