(Caracas, 5 de noviembre de 2025).- Trabajar la tierra, enfrentar a las plagas y lograr el cultivo de los rubros que serán comercializados y utilizados en la preparación de los alimentos de cada hogar, tiene implícito una serie de fenómenos sociales, que son abordados por el equipo del Programa de Estudios Sociales sobre Soberanía Alimentaria (PESSA) de la Dirección de Agricultura y Soberanía Alimentaria (ASA) de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA).
Este programa está a cargo de los sociólogos Carla Chacón, Fabiola Mezones y John Dávila, quienes articulan esfuerzos con equipos de investigación de los distintos programas de ASA para generar conocimiento sociológico que reconozca las tradiciones y prácticas locales. A través de esta colaboración, se promueve la integración de saberes ancestrales en los estudios de agricultura y biotecnología agrícola, brindando herramientas que permitan vincular activamente a productores, tomadores de decisión y miembros de las comunidades.
“El trabajo va más allá del quehacer en el laboratorio, es conocer y estudiar la percepción y la visión de los productores, cómo adoptan las nuevas tecnologías que se proponen desde la Dirección de ASA para hacerle frente a las enfermedades que afectan los cultivos y optimizar su práctica agrícola”, dijeron.
En este sentido, Carla Chacón mencionó que en la recolección de datos combinan los enfoques cuantitativos y cualitativos, utilizando técnicas de observación, encuestas, entrevistas a profundidad, diarios de campo y bitácoras.
“En el trabajo de campo con los productores se recaba gran cantidad de datos que nos permite generar categorías de análisis que serán discutidas con la finalidad de producir aportes interdisciplinarios; vamos de lo general a lo particular y lo fusionamos, para lograr una construcción colectiva del conocimiento”, aseveró.
De igual manera, la socióloga Fabiola Mezones refirió que el Programa de Estudios Sociales sobre Soberanía Alimentaria cuenta con tres líneas de investigación; la primera de ellas vinculada con el estudio de organizaciones sociales en el ámbito agroproductivo, la segunda referida a la evaluación de políticas públicas en el ámbito agroalimentario y, por último, el estudio de procesos de adopción y transferencia tecnológica.
«El proceso de adopción hace referencia a cómo el productor incorpora nuevas tecnologías a su práctica agrícola de acuerdo con su perspectiva e interpretación de los conocimientos impartidos por los investigadores. Se trata de una apropiación de las herramientas que le brindan el conocimiento científico para lograr buenas cosechas», acotó.
Por último, John Dávila recalcó la importancia del Programa de Estudios Sociales sobre Soberanía Alimentaria que permite dar voz al campesino para construir alternativas ante los problemas fitosanitarios en los cultivos, así como la adopción de herramientas como microorganismos benéficos y prácticas agrícolas más amigables con el ambiente, que conduzcan a una agricultura climáticamente inteligente y la soberanía alimentaria.
Mincyt / Prensa / Con Información IDEA




