(9 de octubre de 2025).- Enfermera neonatal, médico veterinaria e investigadora, Dayana García, es una mujer vinculada desde muy joven a las ciencias de la salud y las ciencias naturales.
Nació en Caracas el 6 de marzo de 1979, actualmente tiene 46 años. Su madre y su padre le brindaron todo el apoyo que requería para su formación profesional, así como a sus dos hermanos. Recuerda que el principal valor inculcado en el seno familiar fue el de los estudios.
Su sueño era ser veterinaria, pero la vida la llevó en primera instancia a adentrarse en los cuidados de niños, niñas y jóvenes venezolanos, siendo una enfermera dedicada y ávida de conocimientos.
El bachillerato trazó la línea de lo que Dayana quería ser. Afirma que un tío la orientó a desarrollar su tesis sobre las malformaciones a nivel cardíaco en ratas, «fue mi primer encuentro con las ciencias. Él me inculcó a ser curiosos, a ir más allá».
Poco después, se le dio la oportunidad de estudiar enfermería y luego ser especialista en terapia intensiva neonatal.
En la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos (Unerg) hizo una maestría en gerencia de salud pública, «esto me permitió ver muchos más horizontes».
Explica que con la enfermería adquirió nuevas habilidades y técnicas; mientras que con la medicina veterinaria aprendió sobre biología, «tengo que tener conocimientos claros y precisos sobre las diferencias y similitudes anatómicas entre las especies, es una parte importante en el trabajo que hago hoy en día en el laboratorio».
Inmersa en la neurobiología
Dayana García integra el equipo científico de la Unidad de Neurociencias del Laboratorio de Neurobiología Celular perteneciente a la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), donde se estudia la diferenciación y regeneración del sistema nervioso, con énfasis en la búsqueda de moléculas que promuevan la diferenciación neuronal para potenciales terapias de enfermedades neurodegenerativas.
Su llegada al grupo de expertos fue a través de unas pasantías realizadas en la fundación, mientras estudiaba medicina veterinaria. Agrega que, aunque estaban el bioterio y el serpentario, se sintió atraída por la Unidad de Neurociencias.
«Estando en ella se abrió un abanico de oportunidades, en donde, demostré a mi misma que si podía ser parte de las ciencias, mis dos carreras principales me habían dado las herramientas precisas que necesito para esto», señala García.
Afirma que la curiosidad es esencial para las ciencias y que su gran pasión es «ser capaz de lograr muchas cosas. En neurociencia poder conocer más el cerebro, hay múltiples enfermedades que nos aquejan a los humanos; si llegamos a conocer más ese cerebro podemos prevenir y es el gasto prioritario que deberíamos hacer siempre en la sociedad».
Una de las líneas de investigación en las que participa en esta unidad es la del cultivo de células cerebrales.
«Anteriormente, se hablaba sólo de las neuronas, resulta que las glías son parte importante, están clasificadas en diferentes tipos. Cultivar ambas células cerebrales nos va a permitir llegar más allá de enfermedades neurodegenerativas y las que puedan afectar sin ser degenerativas», agrega.
También es parte del proyecto: Establecimiento en Venezuela de un modelo anatómico de ACV isquémico en animales experimentales para el estudio de drogas que disminuyan daño cerebral, actualmente en curso.
García considera que ser una mujer de las ciencias en Venezuela es una gran oportunidad, porque puede crecer y seguir generando respuestas a problemas comunes.
«Es un mundo maravilloso. Tengo más de 20 años ejerciendo, pero no la investigación a fondo, sin tener un paciente al lado. El Ministerio de Ciencia nos da una gran oportunidad para el que no es sólo biólogo y químico. Vengo con una trayectoria que me permite ser una mujer de las ciencias, siendo veterinaria y siendo enfermera neonatal. Eso es fascinante porque es un ejemplo en que no es un camino lineal la vida de las ciencias», ratifica la especialista venezolana.
Mincyt / Prensa: VG / Fotos: CR.