Durante una conferencia titulada: «Cómo y por qué tu teléfono móvil conectado (smartphone) sabe cómo te sientes antes que tú», el periodista y escritor valenciano especializado en ciencia y tecnología, Alfonso Plasencia, señaló que el tiempo y la atención de la población se ha convertido en parte de una “mercancía que las grandes plataformas tecnológicas monetizan”.
En su intervención, el experto destacó que todos los datos que se generan son utilizados por un sistema capitalista límbico, que consigue manipular las emociones mediante la estadística predictiva de las plataformas.
En el evento, organizado por la Asociación para el Desarrollo de la Comunicación (adComunica), el experto explicó que “la mayoría del consumo digital individual es inducido, no elegido ni decidido, puesto que en buena parte es fruto de la adicción provocada por los dgito-traficantes”.
En sentido, señaló que las grandes plataformas son las que controlan las máquinas, que a su vez manipulan las mentes de la sociedad, refiere nota del Diario Digital de Castellón.
El periodista insistió sobre el alto consumo digital, sin sustancia, que existe actualmente y que representa un daño para la sociedad.
Plasencia explicó que en los últimos años han surgido dos disciplinas: la actigrafía y la tappigrafía. La primera se refiere a la captura continuada de datos brutos de los movimientos corporales, gracias a instrumentos como el GPS de alta precisión instalados en los móviles. La segunda, se basa en el registro de la actividad a través de sensores de todo lo que hace el usuario o usuaria, al tocar las pantallas de teléfonos y demás dispositivos digitales.
El periodista, reveló que datos personales, tan detallados, “se cruzan con lo que se mostraba en cada momento en la pantalla, detectando lo que genera emociones positivas y negativas. Como resultado se genera un diagnóstico del estado mental de las personas, sus afectaciones y ansiedades.
“Nadie diría que vivimos en una sociedad con mucha gente adicta a esta adicción sin sustancias de por medio, cuando van sonriéndole a su pantalla todo el tiempo, por la calle”, señaló.
Presentó como ejemplo la demanda presentada por los fiscales generales de 41 estados de EE. UU. a Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp, Messenger y Threads) tras perjudicar la salud mental de sus usuarios más jóvenes, vinculando su uso masivo con el avance de enfermedades como la anorexia y con la ideación suicida.
Finalmente, el conferencista advirtió que es necesario seguir una serie de pasos para evitar estas problemáticas, como limitar el tiempo ante las pantallas, decidir qué información entra y cuál no, aumentar drásticamente la diversidad de las formas de información, no ceder a la comodidad nihilista, entre otras.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Sheila Bravo
