La comunidad científica venezolana reivindica el legado del científico zuliano Héctor Rafael Rojas, quien ha permanecido bajo la sombra del olvido en la historia y suprimido de los expedientes de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) durante décadas, pero que gracias a la exhaustiva búsqueda realizada por el escritor venezolano Pierre Monteagudo, hoy se conoce parte de la vida, obra, experimentos, investigaciones y métodos creados por este majestuoso hombre.
La genialidad de Rojas, lo ha catapultado a la altura de grandes científicos como Albert Einstein, Isaac Newton o Stephen Hawking. Doctor en física, matemáticas y astrofísica, nacido en Maracaibo el 10 de junio de 1928. Creador del Método Rojas o Método de Extrapolaciones Matemáticas y Sistema de Coordenadas utilizado para elegir los lugares perfectos donde aterrizó la nave espacial que llevó a los primeros hombres a la Luna. Por eso, es acreditado como uno de los principales científicos participantes en el Programa Lunar Apolo, convirtiéndose en el mayor experto del suelo lunar.
En su honor y como acto de reconocimiento, el Polo Científico Tecnológico Venezolano en compañía de la secretaria ejecutiva, Gloria Carvalho, y los entes adscritos al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt) organizó una videoconferencia para rescatar parte de esta historia, con la participación especial de Pierre Monteagudo, divulgador de la ciencia, biógrafo oficial del científico y autor de libros como “Expediente Rojas”, “La Tecnología del Cosmos”, entre otros. Actualmente, Monteagudo se encuentra a cargo de la presidencia del Centro de Estudios Espaciales “Astrofísico Héctor R. Rojas”, ubicado en la ciudad de Valladolid, España.
Dentro del encuentro, Monteagudo mencionó que una de las razones por las que se han dedicado a silenciar los trabajos de Héctor Rojas durante todo este tiempo se deben a estrategias hegemónicas de países como Estados Unidos, quienes se han ocupado durante años a secuestrar el conocimiento para evitar el avance de la humanidad en campos espaciales, tecnológicos, científicos, médicos, agrícolas, educativos, industriales, entre otros; a fin de mantenerlos alejados de las innovaciones que los beneficien de manera colectiva.
“No puedo explicarles en minutos todo lo que he descubierto durante años, pero hay que saber que se podía avanzar mucho en todos estos campos y ellos no querían que el resto del mundo lo hiciera”, expresó.
En una entrevista realizada para el portal web de la Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, ubicada en Maracaibo, estado Zulia, Monteagudo señala que Rojas se cataloga como el primer astronauta científico de la NASA por Venezuela, y que desarrolló trabajos, investigaciones, inventos y experimentos que fueron cruciales para los alunizajes tripulados del Proyecto Apolo, además de realizar observaciones y estudios astronómicos desde naves espaciales, lo que conllevó a designarlo como “el cartógrafo de la Luna”.
“El trabajo del doctor Rojas fue determinante para el éxito de la NASA en el proyecto de llevar al ser humano a la Luna (…) En otras palabras, si hubiese aportado a los soviéticos su método y los análisis que hizo para la NASA, sobre temperatura, composición, morfología, topografía y albedo del terreno lunar, los soviéticos habrían podido llegar a la Luna antes que los estadounidenses. Así de decisiva fue la labor del profesor Rojas en la NASA”.
Asimismo, los presentes pudieron aclarar dudas relevantes que surgieron durante la conversación, como el por qué se han encargado de hacer que las venezolanas y venezolanos olviden a científicos tan destacados como el Dr. Humberto Fernández-Morán, Carlos Brandt, Francisco Duarte, o el mismo Héctor Rojas; y si ha existido algún interés por parte de los jóvenes estudiantes en conocer los temas tan importantes que ha descubierto.
Espacios como este no solo buscan rendir tributo a estos gigantes de la ciencia, sino también encender la chispa de la curiosidad en las nuevas generaciones, además de inspirar a niños, niñas y jóvenes a seguir sus pasos, a cuestionar, investigar y soñar en grande. Que sepan que Venezuela ha sido y sigue siendo cuna de mentes brillantes, capaces de transformar el mundo con su conocimiento y pasión.
Que el legado de Héctor Rojas, Humberto Fernández-Morán, Carlos Brandt, Francisco Duarte y otros científicos venezolanos que aún se encuentran bajo la sombra de lo desconocido sea un faro que ilumine el camino hacia un futuro donde la ciencia y la tecnología sean herramientas para el progreso y el bienestar de todos.
Prensa Cendit/ Isabel Hernández





