Por: Gabriela Jiménez Ramírez
(Caracas, 17 de agosto de 2025).- Durante una conferencia en Las Vegas, el exdirectivo de Google conocido como «el padrino de la IA», Geoffrey Hinton, lanzó una alerta y aseguró que «el instinto maternal» es lo único que puede inclinar la balanza a favor de la humanidad.
El experto sostiene que la humanidad sólo podrá sobrevivir al avance de la inteligencia artificial general (AGI) si logra dotar a estos sistemas de un «instinto maternal».
¿En qué consiste? Hinton se refiere a la necesidad de proporcionar a las máquinas de estos vínculos porque «serán mucho más inteligentes que nosotros y tendrán muchas formas de evitarlo».
Hinton considera que cualquier sistema de IA autónoma desarrollará de forma natural dos objetivos: conservar su propia existencia y ampliar su control. En este sentido, surge la importancia de inspirarse en el vínculo biológico entre una madre y su hijo para crear inteligencias artificiales que, al igual que las madres, protejan a quienes dependen de ellas.
Según Hinton, la referencia que se tiene «de algo más inteligente controlado por algo menos inteligente es una madre y su bebé». Confía en que si los sistemas adquieren estos vínculos la mayoría no querrá eliminarlo.
Aún no existe una solución para implementar este tipo de conducta, aseguró en la conferencia Hinton, sin embargo, hizo un llamado a investigar en la idea.
Sobre las previsiones del desarrollo de la AGI, situó su aparición en un margen de 5 a 20 años, mucho antes de lo que calculaba anteriormente.
Ahora, no todos los expertos están de acuerdo con esta postura. Fei-Fei Li, la «madrina de la IA», defendió una inteligencia artificial centrada en preservar la dignidad y la capacidad de los individuos para tomar decisiones.
El exdirector interino de OpenAI, Emmett Shear, planteó el establecimiento de una relación de cooperación entre personas y máquinas en lugar de trasladarles valores humanos.
Hinton recordó que se han registrado casos en los que sistemas han manipulado a los humanos para cumplir sus objetivos.
No descarta beneficios como avances médicos radicales, la creación de nuevos fármacos o tratamientos contra el cáncer, por ejemplo, pero subraya que sin una IA empática, el futuro podría ser sombrío.