(Caracas, 13 de octubre de 2025).– Un equipo de investigadores de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) trabaja en la revisión, organización y digitalización del Cepario de Microorganismos, una colección biológica que podría convertirse en un pilar esencial para enfrentar los desafíos ambientales más urgentes del país.
El cepario es un banco de microorganismos, como bacterianas, una especie de “catálogo vivo” de herramientas biológicas. María Gabriela Santos, ingeniera ambiental y trabajadora del proyecto, explica que este compendio, además de preservar la biodiversidad microbiana, representa un potencial inmenso para el desarrollo de soluciones sostenibles.
«Es importante para poder entender las capacidades metabólicas que poseen estas bacterias. Al entender sus capacidades metabólicas vamos a saber en qué problemas específicos nos pueden ayudar y así podemos atacar los desafíos ambientales», comenta Santos.
Uno de los principales objetivos del proyecto es identificar las capacidades metabólicas de las bacterias, es decir, conocer qué compuestos pueden transformar o degradar, para aprovecharlas en procesos como la biorremediación de suelos contaminados o el tratamiento de aguas residuales.
Para lograr esta caracterización, desde la Fundación IDEA se implementaron pruebas bioquímicas específicas como la prueba de la catalasa y la prueba de la amilasa.
«La prueba de la catalasa buscamos esta enzima que degrada el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno y en la prueba de la amilasa el almidón se rompe y forma moléculas de glucosa que le dan a las bacterias fuentes de carbono y de energía y esto nos ayuda a identificar qué moléculas complejas puede degradar», detalla.
Este tipo de pruebas permite determinar qué moléculas complejas puede degradar una bacteria, información esencial para diseñar aplicaciones prácticas.
«Un ejemplo clásico sería la biorremediación de los suelos contaminados. Al tener la bacteria se puede desarrollar un producto que pueda acelerar la limpieza de estos suelos impactados por hidrocarburos, al saber qué bacteria puede ayudar en esa degradación ellos la van a poder escoger del cepario», señala.
Con este proyecto se espera construir una base de datos digital y organizada del Cepario, que pueda ser consultada por investigadores y desarrolladores de tecnología ambiental en el país.
«Esto va a poder acelerar el diseño de soluciones biotecnológicas y a largo plazo la dirección va a poder contar con autonomía tecnológica donde al saber qué tenemos en nuestro catálogo de herramientas biológicas no vamos a depender de soluciones externas», concluye.
Mincyt / Prensa / AE
