La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado de atención sobre el uso que se hace de las herramientas generadas por la Inteligencia Artificial (IA), afirmando que es necesario garantizar y promover “la seguridad, autonomía y bienestar de las personas, y preservar la salud pública”.
Mediante una nota de prensa, dicho organismo internacional hizo referencia a plataformas como ChatGPT, Bard, Bert y muchas otras que interactúan con los usuarios y usuarias desde los procesos y la producción de la comunicación humana.
Aseguran que, aunque apoyan el desarrollo de la tecnología, existe un creciente uso experimental en el ámbito de la salud que debe ser supervisado y evaluado con atención. “La adopción precipitada de sistemas no comprobados podría inducir a errores por el personal de salud, causar daños a los pacientes, erosionar la confianza en la IA y, por tanto, socavar (o retrasar) los posibles beneficios y usos a largo plazo de tales tecnologías en todo el mundo.”
En este sentido, la OMS precisó que una de sus inquietudes tienen que ver con el modelo lingüístico que se desarrolla y el sesgo que pueden tener los datos utilizados para capacitar a la IA, lo cual podría generar información sesgada o inexacta.
“Puede que tales modelos se empleen indebidamente para generar y difundir desinformación muy convincente en forma de contenido textual o audiovisual que el público no puede distinguir fácilmente de contenidos de salud fidedignos”, afirmó el organismo.
Por tal motivo, recomienda a los médicos, investigadores y a las instancias normativas a preservar la ética y la gobernanza adecuada para garantizar la seguridad y la protección del paciente, realizando pruebas que certifiquen “inequívocamente los beneficios de estas tecnologías antes de que pasen a utilizarse de forma generalizada en los servicios ordinarios de atención de salud y en la medicina, ya sea por particulares, proveedores de atención o administradores de sistemas de salud o instancias normativas.”
La nota hace referencia al libro titulado “Ética y gobernanza de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud”, de cuyas páginas se desprenden seis principios fundamentales: 1) proteger la autonomía humana; 2) promover el bienestar y la seguridad de las personas y el interés público; 3) garantizar la transparencia, la claridad y la inteligibilidad; 4) promover la responsabilidad y la rendición de cuentas; 5) garantizar la inclusividad y la equidad; 6) promover una IA con capacidad de respuesta y sostenible.
