En el Centro de Física del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) se llevó a cabo el seminario «Phionika: metalenguaje tecnológico verde que desarrolla el pensamiento divergente». a cargo del ingeniero Humberto Enrique Gutiérrez Rivas y el doctor Pedro Rafael Fernández Navarrete, ambos de la Universidad de Carabobo.
Durante su presentación, el doctor Fernández, conocido en el ámbito científico como el doctor Navarrete, expuso los fundamentos de este innovador proyecto. «Este es un metalenguaje que impulsa el pensamiento divergente. Parecerá una locura, pero es así», comenzó diciendo. Destacó que «Phionika» se basa en una geotial tridimensional, un concepto descubierto por el ingeniero Gutiérrez, mientras que él se encarga de la base matemática teórica que sustenta el proyecto.
Fernández subrayó la inclusividad de Phionika, afirmando que es un «ajedrez que pueden jugar los ciegos, los sordomudos y, sobre todo, aquellos con trastorno del espectro autista (TEA)». Este enfoque ha tenido un impacto significativo en la interrelación de las personas con TEA, mejorando su capacidad de interacción social de maneras previamente no observadas.
«Este trabajo no es charlatanería, sino un esfuerzo científico que hemos desarrollado durante más de cinco años», aseguró Fernández. Además, mencionó que han recibido el apoyo de la Federación Internacional de Ajedrez, que los ha invitado al Campeonato Mundial de Ajedrez en Singapur, donde presentarán su innovador enfoque educativo.
El doctor Fernández también enfatizó la necesidad de que el gobierno venezolano implemente este metalenguaje en las escuelas, destacando su potencial terapéutico para mejorar la salud mental de los niños. «Es impresionante cómo los niños que tienen problemas mejoran su comportamiento y su interrelación», comentó.
Phionika representa un avance significativo en el ámbito educativo y terapéutico, y los investigadores están comprometidos en llevar este proyecto a un nivel global, con miras a implementarlo en países como India y más allá. «Esto es producto venezolano, hecho por venezolanos, y con un nivel científico comparable al de las grandes universidades del mundo», concluyó el doctor Fernández, reafirmando su compromiso con la educación y el bienestar de los niños.
Prensa IVIC