El Instituto Italiano de Investigaciones sobre el Agua (IRSA), está preocupado por el descenso en los niveles del mayor lago del país conocido como Garda. Esta situación fue generada por la fuerte sequía que vive el país; los expertos aseguran que el problema puede empeorar.
«La situación es crítica» y las lluvias de mayo y junio serán cruciales para impedir un agravamiento de la misma, señaló la ingeniera ambiental del IRSA, Marzia Ciampittiello.
El nivel del lago Garda, con sus 370 kilómetros cuadrados de extensión, se encuentra actualmente en solo 45,8 centímetros de agua por encima del cero hidrométrico.
La situación pone en riesgo el sustento de las comunidades locales, la agricultura, el turismo y la navegación, pues el Garda es una reserva fundamental de agua dulce para el norte del país, entre Los Alpes y la Llanura Padana.
Algunos de los municipios de esa región italiana comenzaron a racionar los suministros de agua, comentó Ciampittiello.
Expertos aseguran que este año la sequía promete ser peor en Italia, por lo que esperan por el operativo de los planes y medidas esenciales para aumentar la resiliencia a la crisis climática.
Con información de Prensa Latina
