(Caracas, 7 de julio de 2025).- Desde principios de 2023, la condición climática del mar Caribe y del Atlántico norte tropical registra incrementos sustanciales de ondas de calor oceánicas sin precedentes y muy intensas.
Este hecho incrementa las precipitaciones en algunas regiones de Venezuela y la región suramericana, que impactan en los ecosistemas y en diversas áreas estratégicas para la vida.
La situación climática está siendo ampliamente documentada por el equipo de expertos del Servicio de Cambio Climático del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), dirigido por el doctor Dirk Thielen, investigador del Laboratorio de Ecología del Paisaje y Clima del Centro de Ecología, que tiene entre sus tareas la medición, el análisis, aplicación y divulgación de la información esencial y oportuna que permita generar respuestas efectivas desde las instituciones del Estado, el sector industrial, la comunidad científica y el pueblo en general.
Datos aportados por el Servicio de Cambio Climático, refieren que la región de los andes y los llanos venezolanos registraron precipitaciones 68% superiores al histórico nacional, específicamente entre el período del 01 al 26 de junio de 2025.
El Dr. Thielen manifiesta que “lo que sucedió en los Andes nos confirma la sensibilidad, el riesgo, la vulnerabilidad que tiene esta zona y la de la cordillera de la costa que también es importante. Estamos ante un cambio climático global abrupto”.
Agrega que muchos informes técnicos como los del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), pronosticaban para Venezuela “una reducción gradual de las precipitaciones a lo largo del tiempo; lo que está sucediendo en el océano, ese calentamiento sin precedente, nos permite a nosotros decir que la tendencia en los últimos diez años se ha revertido, lo que estamos esperando nosotros es una situación mucho más húmeda para Venezuela”.
El experto explicó que el calentamiento de los océanos, que ocurre incluso en sus profundidades, tiene efectos inmediatos que se extenderán “cientos a miles de años”.
“No solo somos sistemas terrestres, montañas, sabanas, somos ciudades, sino gran parte de esa superficie son océanos, es agua; el agua también está percibiendo ese calor producto de las emisiones de gases de efecto invernadero, mucha de esa energía no logra re-irradiarse y esa energía permanece en el planeta”, comentó.
Por tal motivo, los investigadores han profundizado en cómo esto puede afectar la seguridad energética, el manejo de los embalses, la seguridad alimentaria.
Además de cómo se pueden enfrentar los nuevos patrones de precipitación en los procesos productivos del campo, por ejemplo; asimismo, comentó que incluso se evalúa las implicaciones en la seguridad sanitaria.
“El calentamiento, en distintas regiones oceánicas, puede generar brotes de enfermedades muy importantes en el caso de Suramérica, principalmente con dengue, malaria, a través del vector que es muy sensible a estas dinámicas”, explicó.
¿Qué hacer ante esta nueva realidad climática?
El Dr. Dirk Thielen manifestó que es importante ampliar el compás y no solamente pensar en Venezuela, porque la nueva realidad climática se ha expandido por todo el mundo.
“Estamos pensando en Suramérica, en buena parte del hemisferio del planeta que está enfrentando esta nueva realidad climática. Mucho de esto va a generar lo que se llama una pérdida de estacionalidad, que esa definición clara de lo que era la estación húmeda (…) quizás llueva la misma cantidad, pero de una manera distinta, que sean lluvias muy copiosas seguidas por lapsos sin ningún tipo de lluvia”, especificó.
En este sentido, afirmó que el equipo del Sistema de Servicio de Cambio Climático mantiene el monitoreo de esta situación, gracias a su capacidad técnica; además, establecen comunicación constante con otros investigadores para acompañar la generación de informes y documentos sobre estos fenómenos.
Mincyt / Prensa: VG/ Fotos: JLC.




