(Caracas, 24 de julio de 2025).- Nacido el 24 de julio de 1783 en la ciudad de Caracas, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco es la figuras más emblemáticas de Venezuela y de la historia latinoamericana.
Sus ideas de libertad estuvieron muy marcadas desde su educación, gracias a los grandes maestros que lo acompañaron durante esta etapa: Simón Rodríguez y Andrés Bello, quienes le enseñaron los tradicionales conocimientos académico.
Además de estas clases, Bolívar también recibió formación militar a partir de 1797, cuando comenzó su carrera como cadete en el Batallón de Milicias Blanco de los Valles de Aragua. Esa educación marcó el inicio de su vida como soldado y estratega, para enfrentarse a las fuerzas opresoras y luchar por la independencia de su patria.
Para 1807, su liderazgo empezó a consolidarse. Bolívar comenzó a reunir a las fuerzas patriotas, que posteriormente serían las protagonistas del proceso de independencia venezolana.
Un continente libre y unido
Su visión de un continente unido y libre fue su inspiración: una lucha que trascendió su tiempo y mantiene la motivación en generaciones futuras.
En 1810, la figura de Simón Bolívar se consolidó tanto en el ámbito político como en el militar, permitiéndole tomar decisiones cruciales que, poco a poco, abrirían paso a la victoria de los movimientos independentistas en América del Sur.
Su liderazgo fue fundamental en los momentos decisivos: en julio de 1811, con el esfuerzo de muchas batallas, Venezuela, con Bolívar a la cabeza, declaró oficialmente su independencia y en 1813, el Libertador fue honrado con ese título, en reconocimiento a su bravura y visión de libertad.
Sus aspiraciones de unión están plasmadas en la Carta de Jamaica, donde expresó abiertamente su anhelo de crear una sola nación y, aunque reconocía la complejidad de lograrlo en ese momento, su sueño se vio materializado cuando se funda la Gran Colombia en 1819.
El pensamiento de Bolívar trascendió las batallas y los discursos: fue un sueño de unidad continental, un proyecto de nación que buscaba integrar a los pueblos en una gran comunidad de pueblos libres e independientes, con una visión que aún hoy inspira la historia y los ideales de libertad y fraternidad en América Latina
Ya lo decía el comandante Hugo Chávez en 2010: «Pudiéramos decir hoy que él (Bolívar) se convirtió en su propio sembrador, y él se convirtió en su propia semilla. Ahí está la semilla que hoy ha brotado por los campos 200 años después; ahí está la semilla que se volvió pueblo, y hoy compatriotas, a pesar de las dificultades, a pesar de las grandes amenazas que sobre nosotros se ciernen, aquí estamos dando la lucha que Bolívar nos dejó pendiente, y yo hago un llamado a todos a que sigamos el ejemplo de Bolívar (…) en vez de terminar cediendo ante las presiones y agresiones de la burguesía apátrida, un millón de veces preferiríamos correr el mismo camino de Simón Bolívar, pasar por el ostracismo, por la soledad y por la muerte. Ese es el ejemplo que nos dejó Bolívar si ese fuera nuestro destino».
Mincyt/Prensa/AE