(Caracas, 19 de noviembre de 2025).- El estudio del átomo ofrece visiones de lo que puede ser el futuro energético a través de la fusión nuclear, pero también se ha convertido en una herramienta fundamental para la medicina moderna.
Al combinar la física con la salud, se obtienen resultados como los radiofármacos. Diseñados con precisión, que contienen un elemento radiactivo inestable, el cual actúa como un detector de radiación captada por equipos especializados y que permite al personal de salud observar procesos biológicos a nivel celular o molecular en el cuerpo humano.
Para entender los principios elementales de los radiofármacos y sus aplicaciones en la medicina, el Polo Científico Tecnológico Venezolano y la Oficina Nacional de Enlace de Venezuela ante el Organismo de Internacional de Energía Atómica (OIEA), desarrollan una serie de simposios que buscan desmitificar el persamiento y temor asociados a la energía atómica, mostrando los beneficios que tiene, especialmemente en el tratamiento y diagnóstico de enfermedades, sobre todo, oncológicas.
Así, Venezuela avanza en este campo al poseer talento nacional formado dentro y fuera del país gracias a la cooperación internacional, con experiencias que le permiten compartir sus conocimientos con estudiantes y profesionales sobre temas vinculados al área. Destacando la participación, en su mayoría, de mujeres expertas como Consuelo Olaechea, radioquímica del Hospital Universitario de Caracas; Indira Lugo, jefa de la Unidad de Ciclotrón y Radiofarmacia en el Centro de Diagnóstico Docente Las Mercedes.
Junto a ellas, la doctora Gloria Carvalho, secretaria ejecutiva del Polo Científico Tecnológico Venezolano y oficial nacional de enlace en Venezuela ante el OIEA, quien lidera estos esfuerzos educativos y subraya la importancia de aplicar la tecnología nuclear con fines pacíficos como lo idealizó el Dr. Humberto Fernández-Morán.

Radiofármacos como el corazón de la medicina nuclear
Los radiofármacos son la clave de la medicina nuclear, ya que contienen una pequeña cantidad de material radiactivo conocido como radionúclido, es un isótopo inestable de un elemento químico que emite radiación, el cual ayuda a dirigirlo al tejido u órgano específico del cuerpo.
Se administran al paciente en diferentes formas, dependiendo de la función y morfología del órgano tratado, puede ser oral, inhalado o intravenoso y se utilizan en técnicas de imagenología como la Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) o la gammagrafía.
Dichas imágenes, se crean detectando la radiación que emite el radionúclido, lo que le permite al médico tratante visualizar cómo está funcionando el cuerpo para detectar enfermedades y evaluar su evolución.
Según lo explicado por la Dr. Gloria Carvalho, en la medicina nuclear todos los elementos radiactivos se caracterizan principalmente por ser inestables, ya que se descomponen a medida que liberan radiación para transmutar a otros elementos más estables.
La capacitación del talento nacional en esta área se traduce en soberanía tecnológica al garantizar la operatividad de centros de producción estratégicos de radiofármacos.
La Radiofarmacia es la disciplina farmacéutica especializada que garantiza la seguridad, pureza y dosis exacta de estos compuestos, basando su trabajo en la generación del radionúclido. Es precisamente en estos centros de alta tecnología donde se producen y manipulan de forma rigurosamente controlada.
Las expertas Lugo y Olaechea, mencionaron que su función es crucial, ya que trabaja en coordinación con un acelerador de partículas que genera el radionúclido de vida corta llamado Ciclotrón, el cual acelera partículas cargadas (como protones) en espiral dentro de un campo magnético. Estas partículas alcanzan altas energías y se dirigen hacia un blanco (isótopo estable), lo que provoca una reacción nuclear que transforma el elemento estable en un radionúclido.
Otra forma de producir el radionúclidos es a través de un reactor nuclear de investigación, donde se generan radionúclidos mediante el proceso de fisión nuclear controlada.
Este utiliza neutrones liberados durante el proceso de fisión para bombardear materiales de partida. Cuando un neutrón es absorbido por el núcleo de un átomo estable, este se vuelve inestable o radiactivo y produce isótopos con una vida media más larga (horas o días), fundamentales para la Gammagrafía y el tratamiento.
El dominio de la física nuclear, desde la capacidad de comprender la estabilidad atómica hasta la producción de radiofármacos mediante ciclotrón o reactor, posiciona a Venezuela en una ruta de vanguardia científica.
El compromiso del Polo Científico Tecnológico y de sus expertas no solo desmitifica el uso de la energía atómica, sino que materializa el concepto de soberanía.
Al garantizar la disponibilidad controlada y precisa de estos insumos vitales, el país asegura que los venezolanos y venezolanas tengan acceso a diagnósticos tempranos y terapias oncológicas avanzadas, marcando una diferencia fundamental en la calidad de vida de la población.
Mincyt / Prensa / Con información de Prensa Polo CyT




