(Caracas, 27 de noviembre de 2025).-Un grupo de investigadores desarrolla un importante trabajo en el continente blanco y la importancia de los resultados obtenidos en su última investigación derivó en un artículo publicado en la revista Nature Sustainability, seleccionado para la portada de la revista (Octubre 2025, Vol. 8, No. 10), titulado Huellas de metales pesados en la nieve antártica procedentes de la investigación y el turismo.
En este grupo de investigadores participan Juan Alfonso, Belkis García y Juan Carrera, del Centro de Oceanología y Estudios Antárticos (COEA) del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), como parte de la colaboración científica internacional que desde Venezuela están brindando para hacer aportes de impacto en materia de investigación científica.
Los investigadores trabajan desde 2018 en la producción de artículos de interés en el ámbito internacional, que brindan aportes orientados a posibles soluciones en las distintas áreas de investigación. Esta es la cuarta publicación.
En esta oportunidad, la investigación estuvo orientada a descifrar las afectaciones que se están presentando en la Antártica por la actividad humana en un continente que por muchos años fue considerado uno de los últimos entornos prístinos de la Tierra.
El Dr. Juan Alfonso señaló que los resultados obtenidos de esta investigación son un material que puede servir de línea base para impulsar futuras investigaciones, tomando en cuenta que se obtuvieron resultados novedosos de la distribución espacial química en la nieve y se sugieren fuentes y posibles mecanismos de transporte. También mencionó que la investigación aporta importante información validada científicamente, útil para las actuales deliberaciones sobre turismo y la presencia humana en la Antártica.
Los expertos analizaron muestras de nieve superficial recolectadas a lo largo de un transecto de aproximadamente 2000 km, desde las islas Shetland del Sur (62° S) hasta las montañas Ellsworth (79° S), para mapear las huellas geoquímicas de la deposición de aerosoles.
Igualmente, identificaron patrones espaciales distintivos, moldeados por fuentes corticales, marinas, biogénicas y antropogénicas, y detectaron la presencia de metales pesados en la composición química de la nieve del norte de la península Antártica, donde se concentran las principales estaciones de investigación y el tráfico turístico marítimo es más intenso.
Se pudo conocer que la situación se agudiza particularmente en la Península Antártica, la región del continente que se calienta con mayor rapidez y la zona de mayor tráfico marítimo, sin dejar de mencionar que “esta zona alberga aproximadamente la mitad de las instalaciones de investigación del continente; según datos del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales, indican que 114 instalaciones de investigación están en uso activo dentro del área del Tratado Antártico”.
La investigación también arrojó información valiosa sobre la composición química de la nieve antártica, que tiene la propiedad única de acumular aerosoles atmosféricos, lo que convierte su composición en un indicador directo de la calidad del aire<sup>19-22</sup>. El transporte atmosférico a larga distancia contribuye a la llegada de oligoelementos al vasto interior del continente, lejos de cualquier fuente local.
En ecosistemas vulnerables, la acumulación de metales pesados supone un riesgo para las comunidades microbianas, los productores primarios y los niveles tróficos superiores debido a la bioacumulación y la posible biomagnificación.
Destacan los investigadores en el artículo que, “si bien es esencial para la ciencia y la divulgación global, la creciente presencia humana en la Antártida genera preocupación por los contaminantes derivados de la combustión de combustibles fósiles, incluidos los procedentes de barcos, aeronaves, vehículos e infraestructura de apoyo”.
Mincyt/Prensa/Con información del IVIC


