La medicina es una de las profesiones más nobles y exigentes que existen; las mujeres que la ejercen han demostrado su vocación, talento y sacrificio a lo largo de la historia.
Todos los 11 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Mujer Médica, una fecha que reconoce y homenajea a quienes han dedicado sus vidas a la salud y el bienestar de la humanidad.
La fecha se celebra en honor a Elizabeth Blackwell, la primera mujer en obtener un título de médica en Estados Unidos y en todo el mundo, en 1849.
Las mujeres médicas desempeñan un papel esencial a lo largo de la historia de esta profesión, a pesar de los desafíos y estereotipos arraigados. La presencia de mujeres en la medicina no solo aporta diversidad, sino también perspectivas únicas que enriquecen la atención médica.
Sin embargo, las mujeres que ejercen la medicina siguen enfrentando obstáculos para alcanzar la igualdad de representación en cargos directivos y académicos.
La discriminación por motivos de género, los estereotipos y la falta de políticas inclusivas son algunas de las barreras que, en pleno siglo XXI, siguen presentes. Por ello, el Día Mundial de la Mujer Médica es una oportunidad para reivindicar sus derechos y visibilizar sus logros.
En Venezuela, las mujeres médicas están logrando importantes avances y reconocimientos por su labor.
Las pioneras de la medicina en Venezuela fueron Virginia Pereira Álvarez, Sara Bendahan y Lya Imber de Coronil, quienes se inscribieron en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, entre 1911 y 1930, siendo las primeras mujeres en obtener el título de Doctora en Ciencias Médicas en el país.
Ellas abrieron el camino para que otras mujeres pudieran seguir sus pasos y especializarse en diversas áreas de la medicina, como pediatría, ginecología, cirugía, cardiología, entre otras.
Las mujeres médicas venezolanas se dedican tanto a la práctica clínica como a la investigación, la docencia, la gestión y la cooperación internacional.
Algunas de ellas ocupan cargos de relevancia en el ámbito académico, científico y político, como la doctora María Yánez, quien fue la primera mujer en ser presidenta de la Academia Nacional de Medicina; la doctora Nelly Arvelo, primera mujer en ser directora del Instituto Nacional de Higiene; y la doctora Isabel Iturria, primera en ser representante de Venezuela ante la Organización Mundial de la Salud.
Las mujeres médicas venezolanas son un ejemplo de lucha y compromiso con la salud del pueblo. Su historia es una historia de superación, de resistencia y de esperanza.
Su trabajo es una contribución invaluable al desarrollo y al bienestar de la nación, con un legado que es inspiración para las generaciones futuras de mujeres que sueñan con una carrera en la medicina.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Nailet Rojas García.
