Los pueblos originarios que habitan la Amazonía cumplen con la misión fundamental de preservar su patrimonio biocultural. Hablar de la Cuenca Amazónica es reflexionar sobre los más de 12 mil años de saberes, experiencias, diálogos populares originarios para el buen vivir.
Así lo destacó la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, a través de cuenta en la red social X (Twitter), comentando a su vez que este legado “es tan profundo como la expresión de resiliencia que significan las comunidades ancestrales cuyo hogar es el bosque tropical de la Amazonía, que resiste ante el paradigma de la modernidad y sus procesos fundamentales”.
Destacó que La Amazonía tiene la mayor selva del mundo con un gran valor ecológico para todo el planeta, cuenta con un inmenso patrimonio biocultural donde habitan pueblos con una cosmovisión diversa “que abraza los conocimientos y prácticas ecológicas locales, la riqueza biológica como sus ecosistemas, especies y diversidad genética, la formación de rasgos de paisaje y paisajes culturales, idiomas, así como la herencia, memoria y prácticas vivas en esta región, cuya biogeografía determina nuestras raíces, origen e identidad”.
Es considerada el pulmón de la tierra y más allá sus recursos naturales, “se despliega la sabiduría de nuestras tierras verdes cuya poesía es la vegetación, sus aguas, insectos, aves, peces, mamíferos, flores, la sonoridad del bosque con el viento y su estética”.
La también ministra de Ciencia y Tecnología, subrayó que, debido a esta gran biodiversidad, la Amazonía no escapa del colonialismo científico y la dominación desde el conocimiento sobre el quehacer de los pueblos.
“Un estudio de la Universidad Federal de Juiz de Fora (UFJF) en Brasil, encontró pruebas de biopiratería del conocimiento tradicional amazónico sobre una secreción de la rana Kambôr, este anfibio es utilizado por una quincena de pueblos indígenas, que conocen sus propiedades analgésicas y antibióticas. Este estudio encontró evidencias de que 11 patentes registradas en países desarrollados pueden provenir de la apropiación de recursos genéticos del conocimiento tradicional de los pueblos indígenas”, publicó.
Recalcó, además, que la visión de los gobiernos de los países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, debe seguir una “agenda de trabajo en defensa de sus derechos, de su dignidad y una acción definitivamente descolonial, de ética y respecto a sus saberes, experiencias, métodos y cosmovisión como parte de una tarea compartida en pro de la vida”.
Finalmente, enfatizó que “somos producto de esta sociodiversidad, y para reflejar nuestros orígenes nos corresponde como deber moral buscar las alternativas de sostenibilidad, conservación y regeneración para la Amazonía, que favorezca a las comunidades que son sus guardianes e hijos del Bosque siempre verde”.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio para Ciencia y Tecnología / Periodista: Nailet Rojas.
