Venezuela se encuentra entre los diez países con mayor biodiversidad del planeta. Su clima tropical, también le ubica como la nación suramericana con más variedad y cantidad de reptiles y artrópodos.
En los últimos años, los accidentes por mordeduras de serpientes y emponzoñamiento por escorpiones han aumentado significativamente. Ante esta situación, los expertos en la materia se esfuerzan por reducir el número de víctimas, tomando las previsiones necesarias.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, a nivel mundial, se producen al menos seis millones de mordeduras de serpientes, que dan lugar a 2,5 millones de envenenamientos, que cuestan la vida de 130 mil personas. Los escorpiones, aunque tienen menor alcance, son responsables de 1,5 millones de accidentes anuales aproximadamente, generando 250 mil envenenamientos y 2.000 muertes.
Ante el aumento de estas cifras en Venezuela, el Gobierno Bolivariano, a través del Polo Científico Tecnológico del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt) se ha dedicado a prevenir esta situación.
Ejemplo de ello, es la ardua labor que realizan en el Laboratorio de Neuroinmunología de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), donde un equipo de expertos venezolanos, avanza con los ensayos de producción de antivenenos contra mordeduras de serpientes y escorpiones, basados en anticuerpos en la yema de huevos de gallinas.
Se trata de un proyecto innovador que nace de la necesidad de responder al aumento de accidentes por estos animales. Estos antivenenos son elaborados con la tecnología IgY, que se caracteriza por producir y utilizar anticuerpos aviares derivados de yema de huevo.
Noraida Zerpa, bióloga, investigadora y una de las pioneras de la iniciativa, explica que estos anticuerpos IgY se producen cuando se inyecta un antígeno determinado en una gallina de la raza Isa Brown. “Ella va a producir unos anticuerpos contra ese antígeno extraño, que viajan en la sangre de la gallina, pero se acumulan en la yema del huevo”.
De acuerdo con la científica venezolana, quien cuenta con más de 20 años de experiencia, los anticuerpos se extraen de la yema a través de técnicas de precipitación, con polietilenglicol, una metodología sencilla, económica y con gran rendimiento de anticuerpos.
“Después que recibimos el veneno, este pasa por un proceso de liofilización para extraer el agua y de allí procedemos a estudiar su toxicidad en ratones C57BL/6, que son los tipos de ratones que se usan para estos estudios. Luego de las pruebas, pasamos a inocular las gallinas con dosis subletales del veneno. Las gallinas desarrollan anticuerpos, que se pueden utilizar para muchas cosas, para el diagnóstico y tratamiento de algunas enfermedades dependiendo del antígeno que se les inocule. Después pasamos al proceso de extracción de estos anticuerpos de las yemas de los huevos, que son evaluados para su posterior uso”, destacó.
Este equipo multidisciplinario lo integran también la bioanalista, Aurora Álvarez y la licenciada en Biología, Nazaret Asían.
Antiveneno de escorpiones y serpientes
Según la revista Digital Medica Magazine Botica, en Venezuela, anualmente se reportan aproximadamente 3.500 envenenamientos escorpiónicos, afectando a personas de todas las edades, con mayor influencia en niñas, niños y adultos mayores.
Para elaborar el antiveneno contra el emponzoñamiento por escorpiones, este equipo de científicos estudia el veneno de una especie llamada Tityus Discrepans, caracterizado por poseer una mezcla compleja de proteínas, enzimas y lípidos, y por ser el más común en la región central del país. En el caso de las serpientes, se estudian las comunes: Bothrops colombiensis y Crotalus durissus, conocidas popularmente como mapanare y cascabel.
“Tenemos un convenio con el Cuerpo de Bomberos de San Antonio de los Altos del estado Miranda y el Hospital del Junquito para recibir estos animales. Ellos pasan por un proceso de evaluación, llamado cuarentena, para determinar su estado, salud y alimentación”, así lo menciona el investigador de la institución, Gustavo Flores, encargado de extraer el veneno de los animales de estudio.
Para explicar la interrogante del proceso de extracción del veneno, Flores con 10 años de experiencia trabajando con estas especies, dos de ellos como encargado del serpentario del IDEA, indica que el proceso de cuarentena les permite conocer datos necesarios, como su hora de llegada, hora de comida, cuando defecaron, cuando mudaron, entre otras cosas, para evaluar cada animal.
“Para extraer el veneno, los escorpiones cada 21 días son ordeñados por estimulación eléctrica con unos tubos capilares que se colocan en el acúleo o en la cola. Con las serpientes, el proceso es parecido, solo que es por estímulo manual con un soporte universal y un tubo capilar para extraer el veneno, y a diferencia de los escorpiones, las serpientes son ordeñadas por estados o por región”, destacó.
El equipo además juega un papel importante en la conservación de estos artrópodos, ya que además de desarrollar nuevos antivenenos y caracterizar los venenos, cumplen con la promoción para la preservación del ambiente de estos especímenes fundamentales en los ecosistemas y el equilibrio ecológico.
Escalar la producción de antivenenos
El equipo de trabajo del IDEA está enfocado en el desarrollo del proyecto denominado “Escalar la producción de antivenenos IgY antiescorpiónico en Venezuela”, atendiendo las directrices sobre la fabricación, control y reglamentación de acuerdo a los entes reguladores y cuya finalidad va ligada, en primer lugar, a la instalación de una planta piloto para la producción de antivenenos.
Según la bióloga, Noraida Zerpa, la composición del veneno de una misma especie puede variar de una región a otra y esto debe ser tomado en cuenta cuando se va a producir un antiveneno. “Es necesario ampliar los estudios en cuanto a las características toxinológicas de los venenos en las áreas endémicas del país. De esta manera, se podrían elaborar antivenenos más efectivos para el tratamiento de los accidentes ocasionados por estos animales”.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Nailet Rojas Garcia – Fotografías: Francisco Trias.
