La ciencia abierta es una forma de hacer investigación de manera colaborativa y transparente, poniendo a disposición de todos los datos, resultados, protocolos y materiales que se generan en el proceso.
Uno de los aspectos más desafiantes de la ciencia abierta es el intercambio de materiales de laboratorio, como reactivos, anticuerpos, muestras biológicas o equipos. Estos materiales son esenciales para reproducir, validar y ampliar los hallazgos científicos, pero a menudo son difíciles de obtener, costosos o escasos.
Un artículo publicado en la revista Nature, destaca que la editorial sin fines de lucros de revista de acceso abierto PLOS, descubrió que las tasas de uso de repositorios de datos aumentaron del 22% en 2019 al 28% en 2022, significando que más de 71.000 artículos se publicaron en ese tiempo en sus revistas.
Además, describe cómo varios investigadores y organizaciones están impulsando iniciativas para facilitar el acceso y la distribución de materiales de laboratorio, mediante plataformas en línea, redes de colaboración, repositorios públicos o modelos de negocio alternativos.
Estas iniciativas tienen el potencial de acelerar el avance de la ciencia, reducir los costes, mejorar la calidad y fomentar la innovación.
Menciona algunos ejemplos de éxito, como el proyecto Addgene, que ha distribuido más de 2 millones de plásmidos (fragmentos de ADN) a investigadores en todo el mundo; el proyecto FreeGenes, que ofrece secuencias de ADN sintético de forma gratuita o a bajo coste; el Centro para la Ciencia Abierta, una organización sin fines de lucro en Charlottesville, Virginia, entre otros.
Igualmente, analiza los retos y barreras que existen para el intercambio de materiales de laboratorio, como las cuestiones legales, éticas, logísticas o culturales, y propone algunas posibles soluciones, como el uso de licencias abiertas, el establecimiento de estándares de calidad, la creación de incentivos o la educación y sensibilización de la comunidad científica.
“En la investigación, la reputación académica está tan valorada que los investigadores pueden ser demasiado cautelosos a la hora de compartir datos y métodos que aún no son totalmente reproducibles”, reseña.
El movimiento de ciencia abierta para compartir materiales de laboratorio está cobrando impulso, por lo tanto, es necesario seguir apoyando y difundiendo estas iniciativas para que la “ciencia abierta en el futuro pueda lograr una investigación reproducible y equitativa».
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ghiccelle Chacin.
