Investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias, en Israel, realizaron un estudio sobre cómo las hormigas se desempeñan en las tareas de grupo, en concreto para transportar grandes cargas que superan con creces sus propias dimensiones.
Los resultados fueron presentados en la revista PNAS. El autor principal del estudio, profesor Ofer Feinerman, explica que en «las hormigas que actúan en grupo son más inteligentes, que para ellas el todo es mayor que la suma de sus partes».
Para realizar esta investigación, el equipo de científicos creó una versión real del «rompecabezas de los pianos», un problema computacional clásico de los campos de la planificación del movimiento y la robótica que se ocupa de posibles formas de mover un objeto de forma inusual desde el punto A al punto B en un entorno complejo.
En esta investigación, reseñada en el portal mexicano La Jornada, los científicos convocaron a un grupo de participantes y los compararon con las hormigas Paratrechina longicornis, muy comunes en Israel.
A los participantes se les entregó un gran objeto en forma de T que debían maniobrar a través de un espacio rectangular dividido en tres cámaras conectadas por dos estrechas rendijas.
Los investigadores crearon dos conjuntos de laberintos que diferían sólo en tamaño, para igualar las dimensiones de las hormigas y los humanos, así como grupos de diferentes tamaños.
Durante la evaluación, se observó que las hormigas abordaron el desafío del laberinto en tres combinaciones: una sola hormiga, un pequeño grupo de unas siete hormigas y un grupo grande de unas 80.
Por su parte, los humanos manejaron la tarea en tres combinaciones paralelas: una sola persona, un pequeño grupo de seis a nueve individuos y un grupo numeroso de 26.
Los investigadores repitieron el experimento numerosas veces para cada combinación y posteriormente, analizaron meticulosamente los videos y todos los datos de seguimiento avanzados mientras utilizaban simulaciones por computadora y varios modelos físicos.
Como resultado se observó que las capacidades cognitivas de los humanos les dieron una ventaja en el desafío individual, en el que recurrieron a una planificación estratégica calculada, superando fácilmente a las hormigas.
Sin embargo, en el desafío grupal, se observó que los grupos de hormigas no solo se desempeñaron mejor que las hormigas individuales, sino que en algunos casos lo hicieron mejor que los humanos.
Feinerman explica que este resultado se puede dar debido a que «una colonia de hormigas es en realidad una familia», por lo que «todas las hormigas del nido son hermanas y tienen intereses comunes. Es una sociedad muy unida en la que la cooperación supera con creces la competencia. Por eso a veces se hace referencia a una colonia de hormigas como un superorganismo, una especie de cuerpo vivo compuesto de múltiples «células».
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ariadna Eljuri con información de La Jornada.