Investigadores de Estados Unidos descubrieron que la piel tiene un papel activo en el sistema inmunológico, generando sus propios anticuerpos para combatir infecciones.
Este hallazgo, publicado en la revista Nature y citado por el portal Infobae, sugiere que la piel no solo actúa como una barrera pasiva, sino que también puede funcionar como un centro de defensa inmunológica, lo que podría allanar el camino para desarrollar vacunas aplicables directamente sin necesidad de agujas.
En concreto, se realizaron dos estudios. Uno de ellos se centró en la interacción entre la piel y la bacteria Staphylococcus epidermidis, que normalmente es inofensiva, y fue probado en la piel de ratones.
Durante estos estudios, se observó que la piel pudo generar anticuerpos incluso con los ganglios linfáticos desactivados. El artículo señala que este proceso se mantuvo activo durante al menos 200 días, un tiempo notablemente prolongado que sugiere la existencia de una memoria inmunológica localizada en la piel.
Además, se exploró la posibilidad de utilizar esta respuesta inmune para desarrollar nuevas vacunas. Al modificar genéticamente el Staphylococcus epidermidis para que presentara proteínas de toxinas, se logró desencadenar respuestas inmunes en ratones, protegiéndolos de dosis letales.
En el artículo del portal Infobae, Michael Fischbach, microbiólogo de la Universidad de Stanford y coautor de ambos estudios, explicó que se esperaba que la interacción de la piel con una bacteria “amigable” fuera mínima, pero se descubrió que la respuesta inmunológica es mucho más potente de lo previsto.
Sin embargo, los investigadores afirman que se necesitan estudios más profundo para confirmar su efectividad en humanos.
Por otro lado, otros estudios han revelado que el sistema inmunológico también puede volverse disfuncional en enfermedades autoinmunes de la piel, donde ataca tejidos sanos, causando inflamación y daño.
Según datos recopilados por Very Well, citado por Infoabe, condiciones como la psoriasis, la esclerodermia y el lupus cutáneo son ejemplos de cómo el sistema inmunológico puede perjudicar al cuerpo, generando síntomas graves y complicaciones.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología /Con información de Infobae