La Navidad es la época del año donde se realzan las tradiciones culturales y los valores familiares, que caracterizan al pueblo venezolano. Con la llegada del mes de diciembre, en cada hogar, las familias se reúnen para preparar y degustar variados platos propios de la gastronomía decembrina.
En este sentido, el investigador, José Gregorio Aguiar López, Ph.D., de la Dirección de Sociopolítica y Cultura de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) habló sobre el plato navideño venezolano, señalando que la preparación de los alimentos que conforman este plato varía según cada región del país.
“La hallaca se ha ido transformando a medida que pasan los tiempos y las generaciones. En la época de mi abuela se hacían a leña. Mi mamá buscaba un cuaderno donde estaba la receta de como mi abuela las preparaba y así, realizaba el guiso que le daba un sabor espectacular a la hallaca: Yo de niño comparaba la suavidad de la mano de mi madre, con la textura de la masa cuando retiras la hoja”, dijo.
Precisó que con respecto al origen de este plato existen varias versiones, una de las versiones más populares es que la hallaca se originó en la época de la colonización española, entre los siglos XV y XVI. Se atribuye su invención a los esclavos y sirvientes que recogían los restos de comida de sus opresores para preparar un platillo. Otra versión habla de cuando se construía el camino de los españoles, se les pidió a las familias de la zona que donaran sobrantes de comida para alimentar a los trabajadores. En todo caso, los esclavos preparaban un guiso cubierto en su totalidad con masa de maíz, envuelto en hojas de plátano y cocido en agua.
“Con la llegada de los españoles, se perfeccionó su elaboración con las nuevas especies que traían desde Europa. Sea cual sea la historia, este plato lo hemos construido los venezolanos cada día porque tiene una carga de valores inimaginados”, recalcó.
Aguiar mencionó que en el proceso de elaboración de las hallacas participa toda la familia, que a pesar de ser un proceso riguroso y agotador, se vive con alegría porque en cada hogar colocan gaitas de reconocidas agrupaciones como Rincón Morales, Cardenales del Éxito y Maracaibo 15. “Hacer hallacas es un momento mágico que nos renueva porque toca los valores propios de cada familia”, dijo.
El investigador añadió que la ensalada de gallina y el pernil también forman parte del plato navideño venezolano. En la ensalada de gallina se utilizan ingredientes como papas, zanahorias, pechuga de gallina, guisantes, alguna salsa de mayonesa y un toque de mostaza. Una vez cocida las papas y las zanahorias, se juntan con la gallina mechada, un toque de sal, luego mayonesa y un toque de mostaza. Para decorar su cara superior, con tiras de pimiento rojo y espárragos.
Con respecto al pernil, la carne debe quedar jugosa y en su punto: Para preparar un exquisito pernil de cerdo al horno, marinado con una mezcla de jugo de naranja, vino tinto, vinagre, ajo, salsa inglesa, aceite, laurel, orégano, romero, pimienta negra, entre otros ingredientes, se debe marinar por doce horas, y hornearlo por cuatro horas a trescientos grados.
“La carne del pernil tiene la gracia de enriquecer el paladar del plato navideño, es una combinación fantástica entre el pollo, y la carne roja del guiso de la hallaca, y la gallina presente en la ensalada”, acotó.
Con respeto al pan de jamón, Aguiar López comentó que su origen se remonta a 1905, en la panadería Ramella ubicada en Caracas, cuando Gustavo Ramella, panadero de origen italiano, creó este platillo como una forma de aprovechar las sobras de jamón que quedaban después de las fiestas navideñas y cuya receta incluía jamón en lonchas, aceitunas y pasas, todo envuelto en masa de pan dulce.
“La aceituna presente en la hallaca y pan de jamón, es un producto que viene de Europa y es allí donde comienza a entretejerse ingredientes de diferentes latitudes que comienzan a conformar algo que nos identifica como venezolano”, señaló.
Plato navideño que recorre el mundo
El investigador José Aguiar López comentó que Venezuela está tocando diferentes países del mundo, porque muchas personas, por razones académicas, laborales y familiares, han migrado en la búsqueda de otras oportunidades. A pesar de las distancias, en cada diciembre, se las ingenian para preparar sus hallacas, pan de jamón y ensalada de gallina.
“El plato navideño venezolano es mucho más que solo comida. Es un símbolo de unión familiar, tradición y cultura. Es la manera en que los venezolanos honran sus raíces y celebran la época más bonita del año”, comentó.
Detalló, que las recetas para preparar este plato, que viene de generación en generación, se mueve junto al individuo a cualquier lugar del mundo que la lleva como tradición y como oralidad, cuando la hace material y la prepara en otra nación: “Cuando un alemán, japonés, austriaco o italiano prueba nuestro plato, queda fascinado con el sabor y ocurre un lazo de encuentro entre dos países distantes, pero fue la receta la que propició ese encuentro”, puntualizó.
Prensa IDEA / Hernán Romero