Cada 1 de mayo se conmemora el Día Internacional del Trabajador y la Trabajadora, una fecha que permite recordar y ratificar la importancia de la clase obrera para la construcción de una nación. Hombres y mujeres que a pulso sueñan, crean y procuran un mundo con justicia social.
La fecha recuerda los hechos acaecidos en mayo de 1886, cuando el movimiento obrero de Chicago, Estados Unidos, exigió una jornada de 8 horas de trabajo, en medio de la expansión del sector industrial.
En ese entonces, las condiciones laborales exigían 12 horas de trabajo durante seis o siete días a la semana, con salarios bajos y sin condiciones de seguridad e higiene adecuadas.
El 4 de mayo, en medio de las protestas de la clase obrera, en la plaza Haymarket de Chicago, la policía abrió fuego contra la manifestación, reprimiendo y arrestando a los líderes del movimiento obrero de Chicago. Cuatro de estos líderes fueron condenados a muerte y se les conoció como los Mártires de Chicago.
Años de lucha
En Venezuela, la historia no fue distinta. Durante la Cuarta República la clase obrera vivía condiciones laborales deplorables.
El capitalismo marcaba la pauta, con una casta política y económica que saqueaba a la nación en detrimento de las grandes mayorías.
Hombres, mujeres, niños, niñas y jóvenes vivían sumidos en la pobreza, sin educación y sin condiciones favorables para atender necesidades básicas como alimentación, salud, educación, rodeados de un paisaje sombrío que inspiró al cantor del pueblo, Alí Primera, a escribir su famosa canción Techos de Cartón.
La rebelión cívico militar de 1992 contra las políticas neoliberales del gobierno de Carlos Andrés Pérez, llenaron de esperanza al pueblo venezolano.
El rostro del comandante Hugo Chávez, asumiendo responsabilidades y evocando aquel “Por ahora” sellaron el pacto social y de reivindicaciones que dió paso a la construcción del Poder Popular.
La elección presidencial del comandante y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, en 1999, llegó cargada de acciones destinadas a transformar la participación del pueblo obrero, garantizando nuevas leyes, políticas y acciones para elevar su condición de actor principal de la Revolución.
Chávez asumía a la clase obrera como la esencia del proyecto socialista bolivariano.
Desde el inicio de la Revolución Bolivariana la clase obrera, convertida también en Poder Popular, ha sido beneficiada con misiones y grandes misiones para garantizar su bienestar pleno en áreas como salud, educación, alimentación, acceso a la vivienda y al trabajo digno.
Desde 1999 hasta la fecha, el Gobierno Bolivariano realizó incrementos salariales para proteger a los trabajadores y jubilados.
En 2011, el comandante Chávez promulgó la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) un instrumento legal de referencia para el mundo, que establece una serie de elementos en defensa de los derechos de la clase obrera.
La política de reivindicación se ha sostenido desde el mandato del comandante Hugo Chávez hasta el actual Gobierno del presidente Nicolás Maduro; incluso en medio de los momentos más difíciles de la guerra económica y el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
La clase obrera venezolana ha luchado incansablemente por sus derechos laborales y ha sido parte activa en la defensa de los intereses del pueblo y la Revolución.
Científicos y científicas venezolanos ¡en marcha!
En esta labor de reivindicaciones sociales, el sector de los trabajadores y trabajadoras de las ciencias y las tecnologías, también ejercen un papel esencial para el futuro de la Patria.
Los científicos y científicas venezolanos han realizado aportes significativos para acompañar la política social, de salud y de desarrollo nacional que amerita el pueblo.
Desde los centros de investigación asumen los desafíos que impone la nueva época, contribuyendo en áreas como la medicina, la biotecnología, la investigación junto a las comunidades; desarrollando e innovando para entregar al Estado herramientas que permitan atender necesidades como el kit de cálculos renales o el de cáncer de mama, entre muchos otras innovaciones hechas desde el saber y la experiencia venezolana.
Los científicos, científicas, innovadores e innovadoras, acompañan la formación de la generación de relevo, haciendo posible el desarrollo del Programa Nacional Semilleros Científicos, que busca generar vocaciones tempranas, sembrando el amor por el saber y el conocimiento.
El Gobierno Bolivariano, liderado por el presidente obrero, Nicolás Maduro Moros apoya sin descanso todas las acciones de nuestra gran comunidad científica.
Fue a ellos y a ellas a quienes convocó para elevar propuestas para las 7 Transformaciones y hacia ellos dirigió el nacimiento de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación Dr. Humberto Fernández-Morán, un faro que guiará el porvenir de la ciencia venezolana.
Este 1 de mayo conmemoramos en Revolución la lucha histórica de la clase obrera de Venezuela y el mundo.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutiérrez.