Estados Unidos (EEUU), ha venido registrando una tendencia a la baja en materia de financiación a las agencias científicas, tal como reveló recientemente un informe de la Federación de Científicos Americanos (FAS- por sus siglas en inglés), en la que se precisa que para el año fiscal 2024 las asignaciones para las agencias de investigación han disminuido hasta 7.5 mil millones de dólares por debajo de los niveles autorizados por el Congreso el año pasado, a través de la Ley CHIPS y Ciencia.
Esta ley aprobada en 2023 por los legisladores estadounidenses, busca financiar la ciencia para impulsar la innovación y mantener la competitividad de ese país, frente a otras naciones como China.
Sin embargo, el informe de la FAS citado por la revista del Reino Unido, Nature, prevé que el Congreso de EEUU falle a la promesa hecha a un grupo de importantes agencias científicas como: la Fundación Nacional de Ciencias (NSF), la Oficina de Ciencias del Departamento de Energía de EEUU (DoE) y el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), a las cuales les fue aprobado recibir un total de 26.800 millones de dólares en el año fiscal 2024.
Estas agencias se encargan en gran parte de la investigación básica y aplicada en áreas centrales a las que se dirige la Ley CHIPS y Ciencia, lo que incluye la informática avanzada, la fabricación, el cambio climático y la seguridad nacional.
“Tal como están las cosas, los proyectos de ley de asignaciones pendientes en el Congreso, significa que es probable que estas agencias reciban sólo poco más de 19 mil millones de dólares el próximo año, un déficit de alrededor del 28%”, indicó FAS.
Al respecto, la organización científica explica que el aumento presupuestario acordado para estas no alcanzará los objetivos de la legislación por más de 7 mil millones de dólares para el próximo año, por lo que “la financiación general para esas agencias seguirá rondando su nivel más bajo en 25 años”.
En 2022, la Ley CHIPS y Ciencia prometía el mayor de los aumentos a la ciencia de EEUU, por un total de 280 mil millones de dólares, dados en un lapso de cinco años. No obstante, la situación con el área científica y de innovación, se ha agudizado ante el aumento de la polarización política en Estados Unidos, en las últimas décadas, refiere el informe.
“Esta disminución se sumaría a una tendencia a la baja existente en la financiación de estas agencias. Medido como porcentaje del producto interno bruto (PIB) de EEUU, el financiamiento general para el NSF, la Oficina de Ciencias del Departamento de Energía y el NIST ha estado disminuyendo durante más de dos décadas, con la excepción de una inyección única de efectivo de un programa económico. El proyecto de ley de estímulo en 2009”, afirmó la FAS en su informe.
Agregó que esta tendencia, sin dudas, genera alarma ante la necesidad de que el Congreso cumpla con los compromisos acordados en la legislación, tal como lo exigió Jill Pentimonti, directora de avance de la investigación en la Universidad de Notre Dame en Indiana, miembro de la junta directiva de la Coalición Científica, y representante de más de 50 universidades de investigación de EEUU.
Aseveró que no financiar adecuadamente a estas y otras agencias científicas “amenaza con debilitar nuestra posición como líder mundial en innovación y sofocar nuestro crecimiento económico”.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Rosiris Ortega Ortiz