Un equipo de científicos del Laboratorio de Energías Sustentables (LaES) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina, patentó un proyecto que utiliza el pelo de vaca como materia prima para desarrollar baterías de litio-azufre de próxima generación.
El equipo ha estado trabajando con residuos orgánicos como malta, cáscara de maní o de arroz para producir biocarbones. Ahora, quieren convertir el pelo de vaca, una materia prima abundante en la nación austral, en energía del futuro.
Antes de la pandemia, los científicos experimentaron con el pelo de vaca y descubrieron que podía ser una materia prima prometedora.
El equipo está conformado por 30 personas, entre los que se encuentran los investigadores: Victoria Bracamonte, Guillermina Luque, Andrea Calderón, Daniel Barraco y Ezequiel Leiva.
“Recibimos el pelo de una curtiembre con olor a pis de vaca, Vicky -Bracamonte- hizo el primer lavado del pelo en el lavarropas de su casa, después lo secó en el horno de su cocina. Le hicimos otro lavado con alcohol isopropílico en el laboratorio y empezamos con el proceso para obtener el biocarbón”, detalló Guillermina Luque, citada por medio de comunicación digital El País.
Lo que tiene de especial el pelo de vaca, es una estructura que cuando se la ataca genera meso y microporos que pueden retener azufre. El azufre es un material no conductor que tiene que estar recubierto por uno carbonoso que le dé, precisamente, conductividad. En este caso, lo que se observó es que la batería puede almacenar gran cantidad de litio, con muchos ciclos de carga y descarga.
“Si lo llevamos a un auto eléctrico, las baterías de ion-litio han llegado a su máxima capacidad posible, una autonomía de 300 kilómetros aproximadamente. La batería de litio-azufre permitiría que el auto ande 600 kilómetros, parecido al de combustión interna”, explicó Guillermina Luque, investigadora del proyecto.
Los expertos precisan que las baterías de litio-azufre son la promesa de la transición energética, en el camino a mitigar el cambio climático, en especial en el mercado automotor, ya que los vehículos a combustión son grandes emisores de gases de efecto invernadero. Aunque se están haciendo ensayos con ellas en laboratorios de todo el mundo, aún no se comercializan.
Ezequiel Leiva, uno de los investigadores, explica que “esta sería una nueva generación de baterías que hoy todavía no está en el mercado. El pelo de vaca es un material que nadie había usado con ese fin hasta este momento”.
Por su parte, Victoria Bracamonte remarca que el trabajo que realiza el equipo pone en valor el aporte que la ciencia y tecnología pueden hacer al desarrollo de un país. No solo favoreciendo a la población interna, sino posicionando en este caso a Argentina como un productor de materias primas para energía.
Agencias Internacionales.