El deshielo provocado por la crisis climática está afectando a la rotación de la Tierra. La redistribución de las masas heladas ahora líquidas estaría frenando el giro del planeta sobre su eje.
Este fenómeno, junto con otros factores como el frenazo en el núcleo, tendrá un impacto en el tiempo, aumentando la falta de sincronía entre el tiempo universal y el atómico.
Las mediciones basadas en los registros de satélites indican que la Tierra está girando más lentamente debido al deshielo. El deshielo añade agua a la porción líquida del planeta, alterando su rotación y afectando la duración de los días.
El investigador Duncan Agnew de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, ha establecido esta conexión, señalando que el deshielo va al océano y eleva el nivel del mar, lo que ralentiza la velocidad de rotación de la Tierra.
Según su estudio publicado en la revista científica Nature, hasta 1990, las mediciones de la gravedad del planeta mostraban que estaba girando más rápido, pero esta tendencia se ha invertido.
Asimismo, Agnew introdujo otro factor en su ecuación. “Además de la fricción de las mareas y el deshielo, en la irregularidad de la rotación terrestre también interviene el comportamiento del núcleo del planeta, que también es líquido”.
Indicó que en enero de 2023 se comprobó que el núcleo terrestre se estaba frenando, llegando incluso a girar en sentido contrario al resto del planeta, reseña el artículo publicado en el portal web El País.
“El frenazo va a afectar al tiempo. La extrapolación de las causas del cambio en la velocidad de rotación de la Tierra apunta a que, para 2029, la escala de tiempo generalmente utilizada requerirá, según las reglas actuales, que un minuto dure solo 59 segundos”, dice el geofísico estadounidense.
Al respecto, señala que “esto nunca había sucedido antes y plantea un gran desafío para garantizar que todas las partes de la infraestructura de cronometraje global muestren la misma hora”.
Agencias Internacionales.
