La empresa Neuralink, del multimillonario Elon Musk, anunció que implantó en un cerebro humano su chip inalámbrico Telepathy, luego de seis años de estudio y múltiples manifestaciones en contra de los procedimientos que permitieron desarrollarlo.
Musk y su equipo explican que este dispositivo permite conectar cerebros humanos con computadores, para ayudar a personas con afecciones neurológicas complejas. Los primeros resultados detectaron picos neuronales o impulsos nerviosos. Aseguran que el paciente se recupera bien.
Una nota de prensa de la BBC precisa que, en mayo de 2023, el multimillonario recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, avaló la investigación que emplea un robot para insertar quirúrgicamente, 64 hilos flexibles en la zona del cerebro que controla la intención del movimiento.
Neuralink explica que los hilos registran y transmita las señales cerebrales mediante el sistema inalámbrico a una aplicación que detecta y codifica cómo se moverá la persona.
Cuestionados ensayos en primates
El desarrollo de Telepathy está cargado de controversia, especialmente luego de las denuncias realizadas por el Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM, por sus siglas en inglés), ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, en septiembre de 2023, tras asegurar que Neuralink era responsable del sacrificio de 12 monos durante la fase experimental del proyecto.
Según el informe del comité los primates presentaron complicaciones de salud tras las pruebas, entre ellas edema cerebral y parálisis parcial. Agrega que, en 2020, un mono macho también fue sacrificado luego de que el implante craneal de la empresa se aflojara, generando una infección.
La autopsia de otro de los primates, conocido como ‘Animal 15’, reveló que el implante provocó una hemorragia cerebral importante y daño a su corteza. Previamente, el animal se había golpeado repetidamente la cabeza contra el suelo tras la intervención y presentó temblores incontrolados cuando veía a los investigadores.
Musk salió al paso de estas denuncias afirmando que los monos seleccionados se encontraban en fase terminal, lo que a su juicio minimizaba el riesgo para su salud.
Límites éticos
El debate ético sobre el desarrollo de estas tecnologías sigue abierto, tanto por las consecuencias que puedan provocar en las especies que son captadas durante fases experimentales, los riesgos a la seguridad humana y porque lo que se presenta como una esperanza médica que solo será accesible para sectores privilegiados de la población.
Además, existen dudas sobre la posibilidad de recuperación plena de las personas que viven con discapacidad motriz o de cualquier otro tipo, que son el objeto de estudio del equipo científico de Musk.
Al respecto, Liset Menéndez de la Prida, directora del Laboratorio de Circuitos Neuronales del Instituto Cajal, de Madrid, en entrevista con Enclave ODS (2022), afirma que: «Se trata de una visión de futuro que también tiene la neurociencia, pero lo que está diciendo Elon Musk es que lo va a conseguir ‘mañana’ y que va a ser accesible para todos. Es una barbaridad».
La investigadora es parte del grupo de científicos que tachan de irresponsables las declaraciones del multimillonario.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Vanessa Gutiérrez
