Cada 4 de marzo, el mundo conmemora el Día de la Obesidad, con el objetivo de concientizar a las personas sobre el terrible daño que conlleva para el organismo una dieta alta en grasas y azúcares, y fomentar una alimentación sana y hábitos saludables.
La obesidad es una enfermedad compleja que consiste en tener demasiada grasa corporal. No es solo un problema estético; es un problema médico que aumenta el riesgo para muchas otras enfermedades y problemas de salud.
Un artículo compartido por la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, en su cuenta en la red social X destaca que esta condición afecta a “más de mil millones las personas afectadas y revela que los desequilibrios nutricionales siguen al alza: la obesidad infantil se ha cuadruplicado en tres décadas y en los adultos, casi se ha triplicado”.
El estudio publicado en la revista The Lancet, indica también que se ha aumentado significativamente la obesidad en las personas afectadas directamente por la pandemia de la Covid-19.
“Es la #Obesidad la nueva epidemia silenciosa que ataca al mundo según los expertos. El consumo habitual de alimentos ultraprocesados o alimentos modificados se asocia a mayor riesgo de obesidad, cáncer y muerte por todo tipo de causas. Su ingesta afecta a la microbiota intestinal y promueve la inflamación”, señala el texto.
Los especialistas de la investigación revisaron la evolución de la malnutrición a partir de los datos de más de 3,600 estudios realizados entre 1990 y 2022 dejando como resultado que durante tres décadas se ha cuadriplicado la obesidad infantil y en los adultos se ha multiplicado por tres. “Eso significa que en poco tiempo aumentará de forma acusada la incidencia de patologías crónicas y muertes prematuras vinculadas a ella”.
Al respecto, el artículo plantea que debería llevar a un cambio general de estrategia, ya que los programas que se han emprendido a nivel mundial para frenar la obesidad están fracasando.
“En los últimos treinta años se ha pasado de 347 millones de personas con bajo peso a 45. En cambio, ningún país ha logrado disminuir la obesidad y a nivel global ha escalado hasta afectar a 878 millones de adultos y 160 millones de niños”, afirma.
Los expertos recomiendan incidir de forma más decidida sobre aquellos factores imputables al funcionamiento de la industria alimentaria que se traducen en un aumento de la obesidad, como la regulación del etiquetado, la publicidad, el impuesto a las bebidas azucaradas, la reformulación de los productos o la promoción de alimentos frescos y de proximidad.
Asimismo, instan a fomentar los hábitos saludables desde la educación inicial, el deporte y la nutrición, y ofrecer apoyo y tratamiento a las personas que sufren de obesidad.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ghiccelle Chacín
