Milagros Lovera, es una científica venezolana que dirige actualmente la Unidad de Producción de Inoculantes Micorrízicos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), ente adscrito al Ministerio para Ciencia y Tecnología (Mincyt), que se encarga de desarrollar las políticas del Gobierno Nacional, en la materia.
Lovera, comparte que desde pequeña siempre tuvo una gran conexión con la ciencia. “Mi mamá era profesora de biología, solíamos salir mucho al campo, a la playa, teníamos mucho contacto con la naturaleza”, relató.
La investigadora señala que gracias a estas experiencias se interesó en estudiar biología, “una carrera maravillosa y una etapa muy bonita” de su vida.
“Durante mi ejercicio profesional, nunca me he sentido arrepentida porque la ciencia es muy retadora y los problemas a los que uno se enfrenta en los proyectos de investigación en curso son sorprendentes, te sacan de lo que tenías planeado originalmente”, dijo.
Manifiesta que el ser científica le ha permitido desarrollarse en muchos aspectos de su vida, “Para mí, lo que define ser una científica es siempre tener curiosidad por entender cómo funciona la vida, los microorganismos”, expresa.
Lovera, menciona que la ciencia ofrece “la oportunidad de trascender, porque las preguntas que te planteas son preguntas de la vida, de nuestro planeta, de nuestra subsistencia como especie, son preguntas de gran valor”.
Comenta que otro de los aspectos que le emocionan de su profesión es que siendo biólogo también es posible multiplicar la información, por lo que durante su oficio ha sido la guía de estudiantes que cursan carreras científicas.
“Ver cómo un muchacho, que arranca con dificultades, y que luego se convierte en un científico con mucho potencial, es maravilloso” expresa.
Además, considera al IVIC como una segunda casa para ella, llena de oportunidades y proyectos interesantes que aportan al desarrollo del país.
“Yo le podría decir a cualquier muchacho que, si quiere tener una vida interesante y divertida, estudiar biología es una opción excelente”, agrega.
Indica que la ciencia es “importantísima para el desarrollo del país, porque brinda soluciones a necesidades concretas que surgen y en las cuales se requiere de un planteamiento a largo plazo y una investigación para indagar cuáles son los resultados”.
“No es nada más un asunto de responder preguntas y respuestas, es profundamente filosófico. La ciencia, el arte y la filosofía están muy unidas y siempre se va a producir un mejor ser humano cuando la persona está en contacto con las preguntas esenciales de la vida”, afirma.
Asimismo, señala que actualmente los investigadores cuentan con un mayor apoyo para la realización de proyectos, “es acertado y se agradece enormemente”.
“Nuestra principal actividad desde la Unidad de producción de inoculantes micorrízicos es justamente brindarle al país la posibilidad de adquirir estos inoculantes producidos por entes con amplia experiencia en estos microorganismos”, indica.
Asegura que para ella representa un orgullo el poder llevar adelante todos estos proyectos, que ayudan a los productores agrícolas del país y generan más conciencia en la importancia del manejo orgánico y de la reducción del uso de fertilizantes químicos.
Igualmente, considera que el planeta entero “de aquí en adelante se va a abocar al desarrollo de la ciencia como una de las principales áreas cruciales para el mantenimiento de la vida en el planeta”.
Asimismo, recomienda a los jóvenes del país estudiar carreras científicas, ya que esto representa el futuro del planeta.
“De aquí al futuro se necesita mucho conocimiento en áreas como la química, biología, física, entre otras, para sobrevivir como humanidad”, expresa.
Sostiene que Venezuela, a pesar de las dificultades, ha mantenido un equipo de científicos comprometidos con el país, “hemos estado en los años recientes uniéndonos más con el resto de los científicos de Sudamérica, con la creación de una red, que busca un interés mancomunado en que el continente se vea representado en bases de datos compartidos para crecer de manera grupal”.
Finalmente, recuerda cómo la ciencia cambió su vida y la de su familia, al dar un enfoque diferente y una conexión con la vida.
“Por la ciencia conocí a mi esposo, mi hijo se dedica a la ciencia y toda mi familia trabaja en esta área. Nos sentimos muy felices y satisfechos de haber escogido estas profesiones”, concluye.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciemcia y Tecnología / Periodista: Sheila Bravo
















