Cada 23 de junio, el mundo activa la campaña del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, para destacar la labor de las profesionales en el área y motivar la incursión de las mujeres en las distintas ramas de esta profesión históricamente dominada por hombres.
En Venezuela, la participación de las mujeres en las ciencias y las tecnologías es cada vez más visible, gracias a una política de Estado. Por eso, desde el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (MinCyT), celebramos a las profesionales de la ingeniería.
Reina Prieto es una de las tantas venezolanas que honramos este día. Ella trabaja desde hace cinco años en la Corporación para el Desarrollo Científico y Tecnológico (Codecyt), como ingeniera forestal. Su labor es fundamental para la soberanía alimentaria, pues se encarga de garantizar la protección de las semillas de papas, tan presente en la dieta del pueblo venezolano.
“Mi línea de investigación actual es sobre plagas y enfermedades en la producción de semillas de papas; existe un patógeno a nivel mundial que es el más letal y genera una enfermedad llamada Tizón Tardío, que afecta a nuestros productores, a nivel nacional, en la producción de papas, así como también en la papa de consumo”, explicó Prieto en entrevista para el MinCyT.
Reina describe la ingeniería como una profesión para innovar e investigar más allá de lo que está hecho, más cuando el país enfrenta dificultades por el bloqueo financiero, comercial y económico impuesto por el Gobierno de Estados Unidos (EEUU). Por tal razón, apuesta al estudio y la capacitación constante para que Venezuela, a través de sus profesionales, vaya a la par de la ciencia.
“Tenemos que buscar las formas de contribuir y mejorar lo que tenemos, innovando para nuestro país, y la ingeniería nos permite hacerlo”, aseveró Prieto.
Actualmente, la ingeniera venezolana cursa un doctorado en Biotecnología, para avanzar en sus investigaciones sobre patógenos, virus y bacterias.
Ingeniería Forestal para la alimentación
Egresada hace 16 años de la Universidad de los Andes (ULA), en el estado Mérida, Prieto relaciona directamente la ingeniería forestal con la biotecnología, al usar herramientas innovadoras para identificar y conocer microorganismos beneficiosos y patógenos que se desarrollan en nuestros ecosistemas, los cuales inciden directamente sobre la producción de recursos alimenticios y ambientales.
En la práctica, el aporte de la ingeniera se refleja en el estudio de genes de virulencia, cuáles son los tratamientos que se aplicarán para minimizar y controlar al Tizón Tardío, que destruye las plantaciones de semillas de papa y que a nivel mundial no se ha encontrado un tratamiento que lo erradique de los cultivos.
Actualmente, Venezuela produce semillas de papas en 18 estados, con variedades cómo María Bonita, Andinita, Kennebec, Atlantic, Cipira, Sassy, entre otras.
Al respecto, Prieto explica: “Son semillas sanas, seguras y soberanas producidas en el país en laboratorios venezolanos por manos de científicos, pero también de campesinos venezolanos, bajo una alianza estratégica”.
Resalta que la mujer, en general, tiene una gran capacidad de organización y planificación para cumplir con los objetivos que se traza en la vida, y las conecta con su área de la ingeniería como aptitudes necesarias para innovar, crear, adaptar, aprender y ejecutar.
“Las mujeres somos organizadas y planificadas porque nos trazamos objetivos y los logramos por nuestras experiencias como madres, hijas, compañeras, que nos permiten hacer muchas cosas al mismo tiempo. Las mujeres somos más organizadas y emocionalmente más seguras y eficientes en muchas situaciones para cumplir con los objetivos que nos trazamos, y eso es esencial en la ingeniería”, recalcó.
Celebremos el papel de ingenieras como Reina Prieto, otro ejemplo de cómo las mujeres son capaces de potenciar la ciencia, la innovación y la tecnología por la salud, la alimentación y la vida.
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