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Obesidad infantil: crece preocupación ante aumento de casos a nivel mundial

La obesidad en niños y adolescentes es un problema de salud que debe ser estudiado, comprendido y atendido. Actualmente, se registra un crecimiento importante en el número de casos que, según expertos, puede provocar el desarrollo de patologías a corto plazo como: asma, apnea del sueño, hipertensión, diabetes o mala salud mental.

Investigadores y científicos trabajan en la promoción de estudios sobre el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad que generen acciones preventivas en la población.

Al respecto, la ministra para Ciencia y Tecnología de Venezuela, Gabriela Jiménez Ramírez, advirtió mediante una publicación en su cuenta oficial en Twitter, que “si no se le pone remedio, a largo plazo, el sobrepeso y sus efectos nocivos se perpetuarán”.

Agregó que “en la actualidad existe una creciente preocupación por el aumento de la obesidad infantil que además conlleva a determinar y diagnosticar enfermedades de adultos en niños cada vez más pequeños”.

Obesidad infantil

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como “la acumulación anormal o excesiva de grasa que presenta un riesgo para la salud”.

Aunque detalla que las razones del aumento de casos en el mundo no están claras, pueden estar relacionadas con las variaciones culturales en las prácticas de alimentación de los padres para niños y niñas.

Un artículo publicado por la revista científica Nature explica que “la obesidad surge cuando una combinación de factores genéticos y epigenéticos, patrones de comportamiento de riesgo e influencias ambientales y socioculturales más amplias afectan los dos sistemas de regulación del peso corporal”.
La investigación señala como factores de riesgo asociados al riesgo de obesidad infantil el aumento del tiempo frente a la pantalla de computadores o teléfonos, la corta duración del sueño, las reducciones en la actividad física y una mayor ingesta de alimentos ricos en energía.

Otra de las causas importantes con las que se asoció este aumento fue la pandemia, que trajo como consecuencia alteraciones sustanciales en la nutrición y los hábitos de vida de los niños durante el aislamiento social.

Consecuencias

Entre las mayores consecuencias, los estudios advierten que los niños con obesidad experimentan más rechazo social y reciben menos nominaciones de amistad, lo que continúa a través de la adolescencia y más allá. Además, los niños con esta enfermedad son más propensos a reportar ser victimizados, lo que genera afectaciones a su salud mental a lo largo de la vida.

Prevención

Los investigadores plantean que para prevenir la obesidad se requieren iniciativas políticas conjuntas, así como el desarrollo y la implementación de intervenciones para prevenir la obesidad pediátrica en niños, la cual deben centrarse en intervenciones que sean factibles, efectivas y que puedan reducir las brechas en las desigualdades en salud.

Al respecto, un informe publicado en el año 2016 por la OMS indicó que “la prevención de la obesidad requiere un enfoque de todos los gobiernos en el que las políticas de los sectores tengan en cuenta sistemáticamente la salud, evitando daños e impactos y, por tanto, mejorar la salud de la población”.

Sobre el tratamiento de esta enfermedad, los expertos precisan se requiere un buen manejo de las complicaciones asociadas con la obesidad, un enfoque sensible al desarrollo, el compromiso familiar y el apoyo para cambios de comportamiento a largo plazo en la dieta, la actividad física, los comportamientos sedentarios y el sueño.

Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Sheila Bravo.

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