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Polen fósil: herramienta para estudiar la evolución de la humanidad

El polen fósil ha sido una fuente de información importante para la humanidad, permitiendo conocer a través de ella la flora y los tipos de vegetación que existieron en el pasado.

Gracias a esta herramienta, científicos e investigadores del mundo han podido determinar el tipo y la antigüedad de muestras, e inferir cómo eran las condiciones climáticas hace miles de años.

En este sentido, la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, explicó a través de una publicación en su cuenta en X, que “el polen fósil es una herramienta para el estudio y la compresión de la evolución humana, vegetal, animal y geológica del planeta”.

Destacó que “reconstruir el pasado es como armar un gran rompecabezas. Los paleontólogos extraen información de diversas fuentes y examinan sedimentos, diatomeas, fitolitos, carbón vegetal y polen”.

Afirmó que “este meticuloso proceso ayuda a descubrir una imagen detallada de nuestro entorno pasado a lo largo de milenios y a revelar el profundo impacto que los humanos han tenido en él”.

“Este trabajo de investigación no solo enfatiza la intrincada diversidad de la interacción humana con el medio ambiente, sino que también subraya la importancia de explorar otros indicadores rara vez estudiados”, dijo.

Señaló que “esta investigación entrelaza los hábitos humanos con el entorno ambiental, las condiciones de los ecosistemas en ese momento y tiempo geológico, así como un aumento de la ocurrencia de incendios o cambios en las tasas de sedimentación, lo que muestra la complejidad del trabajo interdisciplinario realizado por los paleontólogos y ecólogos que participan en este estudio”.

Asimismo, comentó que “el polen fósil también permite estudiar la distribución geográfica de las poblaciones humanas, las migraciones, pandemias, la relación con las plantas alimenticias, su uso durante millones de años con fines agrícolas y medicinales”.

Resaltó que esta herramienta es un gran aporte para la “comprensión de la evolución humana, las poblaciones vegetales, los bosques tropicales y a la biodiversidad asociada, así como la compresión del clima y sus cambios”.

Además, mencionó que en continentes, como Australia, América del Norte y la Amazonia, el desplazamiento de los pueblos nativos de sus tierras ha resultado en la destrucción de gran parte del conocimiento y las prácticas acumuladas por más de 60.000 años.

“Como consecuencia, las 6.000 especies de plantas consumidas históricamente por los seres humanos, ahora solo nueve se consumen habitualmente en todo el mundo; el arroz, el trigo y el maíz por sí solos aportan el 50% de todas las calorías”, explicó.

La ministra compartió que “la promoción de monocultivos y otras prácticas inadecuadas, atentan ecológicamente contra la biodiversidad y la abundancia de la vegetación, entre otras consecuencias”.

Apuntó que “estos resultados corroboran el origen de muchas nuestras plantas: el Maíz, la Papa, el Cacao originarias de América; arraigo, trabajo y cultura de nuestros pueblos ancestrales, quienes domesticaron las primeras plantas”.

“Se cree que hacia el año 3000 A.C. ocurrió la domesticación de las plantas del Maíz en el centro-sur de México. Nuestra querida papa, probablemente, fue domesticada 6.000 años A.C. Cuando las tribus amazónicas se asentaron en los valles andinos a altitudes intermedias (1.000 a 2.000 metros) donde abundaban varias especies silvestres de esta planta”, afirmó.

Concluyó que hay evidencias de que el cacao se usó por primera vez entre 1500 – 400 A.C.

“Los olmecas fueron los primeros humanos en saborear el cacao (600 A.C.). Todo este pasado es parte de nuestro biopatrimonio, debe ser estudiado a profundidad y valorado porque es parte de nuestra identidad y cultura, Además reservorio de experiencias para aprender del pasado con mayor conciencia”, dijo.

 

Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Sheila Bravo

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