La química es una ciencia incomprendida y estigmatizada por muchos. Un artículo publicado en la revista The Conversation desmonta los mitos y prejuicios que rodean esta ciencia y reivindica su papel esencial para resolver los grandes retos de la humanidad.
El artículo escrito por Consuelo Domínguez Sales, profesora asociada al Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales, de la Universidad de Valencia, explica con ejemplos cotidianos que las sustancias químicas no son la responsable de los daños que aquejan a la sociedad.
El texto demuestra que en todo lo que comemos, respiramos y sentimos, existe química; por tanto no hay una diferencia real entre lo natural y lo sintético.
Asimismo, desmonta la idea de que la química se asocia solo con términos perjudiciales para la salud (venenoso, nocivo, drogas, pesticida) y ponen en evidencia que “químico” no es ni mucho menos antónimo de “natural”.
Además, alerta sobre el uso engañoso de la química en la publicidad y el marketing, que aprovechan el desconocimiento de las leyes de la química para generar confusión y desinformación entre los consumidores.
“La sociedad siente temor hacia la química, por considerarla contaminante y peligrosa. Es cierto que existen sustancias nocivas, como los pesticidas. Pero sería necesario debatir si la responsabilidad recae en la química o si hay que achacarla a vertidos de empresarios poco escrupulosos, a consumidores despreocupados de sus desechos o a las autoridades que no dedican suficientes esfuerzos a la prevención y reparación por parte de los causantes de daños ambientales”, apunta el texto.
Menciona como ejemplo el creciente interés por la comida sana que ha generado una oferta de productos “naturales” contraponiéndolos a los elaborados en laboratorios, generalizando frases como: “las cosas naturales no contienen química” o “no comas eso, que tiene químicos”.
La autora destaca que lo químico permite comprender el mundo que nos rodea y transformarlo para mejorar la calidad de vida.
Resalta que, en un futuro, las sustancias químicas podrán “facilitar soluciones a los graves problemas que afronta la humanidad, como la sostenibilidad, el cambio climático, la erradicación de enfermedades”.
Por ello exhorta la cultura científica y la educación química para que la sociedad pueda valorar sus beneficios, así como tomar decisiones informadas y responsables.
“En definitiva, la química nos es beneficiosa ni dañina, sino que la responsabilidad del uso racional de la misma recae en las personas”, concluye el artículo.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Ghiccelle Chacín
