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Un movimiento tectónico elevó la cordillera de los Andes

Geólogos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, creen haber encontrado la respuesta al crecimiento repentino de la cordillera de los Andes, la más grande del mundo que cuenta con más de 7.000 kilómetros y atraviesa siete países del Sur: Argentina, Colombia, Perú, Chile, Bolivia y Venezuela.

Los investigadores crearon en el año 2016 un método de estudio innovador en la placa tectónica oceánica – la placa de Nazca, bajo el Pacífico -, con el que estimaron que el cambio de velocidad de estas placas tectónicas, en los últimos millones de años, podría haber sido la causa de la extensión de la sierra más grande del mundo.

Según Giampiero Iaffaldano, uno de los dos autores del estudio, “este método se puede usar para todas las placas, siempre que haya datos de alta resolución disponibles. Mi esperanza es que este método se use para refinar modelos históricos de placas tectónicas y, por lo tanto, mejorar la posibilidad de reconstruir fenómenos geológicos que aún no están claros para nosotros», comentó.

En el estudio geológicos se hicieron nuevos cálculos, ahora con los cambios en el movimiento de las placas en relación con el propio planeta. Los resultados indicaron que en los últimos 15 millones de años, la placa sudamericana cambió repentinamente de marcha y se desaceleró en dos ocasiones significativas.

Para los investigadores daneses, estos procesos pudieron ser los causantes del ensanchamiento de la enorme cadena, que con una extensión de 8.900 km, es la más larga sobre el nivel del mar del planeta.

Asimismo, precisan que estas dos desaceleraciones ocurrieron en los períodos en los que la cordillera estaba comprimida, y en la actualidad, también propició su crecimiento en altura hasta alcanzar aproximadamente 7 km.

El resultado del estudio, publicado en la revista científica Earth and Planetary Science Letters determinó que la placa sudamericana se desaceleró un 13 por ciento durante un período que ocurrió hace 10-14 millones de años, y un 20 por ciento durante otro período, hace 5-9 millones de años.

“En los períodos previos a las dos desaceleraciones, la placa inmediatamente al oeste, la placa de Nazca, se hundió en las montañas y las comprimió, haciéndolas crecer más altas. Este resultado podría indicar que parte de la cordillera preexistente actuó como freno tanto de la placa de Nazca como de la sudamericana. A medida que las placas disminuyeron su velocidad, las montañas se ensancharon», explica la primera autora, Valentina Espinoza.

Los científicos manifiestan que existe dos teorías para explicar las causas de las desaceleraciones, por un lado, exponen que “la interacción entre el ensanchamiento de las montañas y la menor velocidad de la placa se debió a que una gran cantidad de material inestable debajo de los Andes se desprendió y se hundió en el manto, lo que provocó que la placa acumulara más material y se volviera más pesada, ralentizando así su movimiento”; y por el otro, se plante que “un cambio en la convección, o patrón de flujo de calor desde el interior de la Tierra, provocó un cambio en la capa viscosa superior del manto, impactando en el movimiento de la placa que sobre ella flota”.

Los Andes y sus carácter bolivariano

Como dato histórico en 1819, la Cordillera de los Andes fue escenario del movimiento militar de gran valor estratégico durante la campaña de independencia liderada por Simón Bolívar, como parte de su sueño de construir una Gran Colombia.

Este hecho fue conocido históricamente cómo “El Paso de los Andes”, cuando el ejército independentista remontó la rama Oriental de los Andes colombianos, para liberar a la Nueva Granada del dominio español; es considerada una de sus acciones militares más destacadas durante el proceso de emancipación sudamericana.

Esta hazaña se prolongó durante al menos setenta y cinco días, con un recorrido de 700 kilómetros, desde Mantecal (Apure, Venezuela) hasta Nunchía (Casanare, Colombia).

Además, se caracterizó por los grandes sacrificios y esfuerzos del ejercito independentista, quienes atravesaron el páramo de Pisba, a unos 3.600 metros de altitud, soportando temperaturas heladas, fuertes lluvias, riachuelos y quebradas crecidas, densa neblina y pantanos, como estrategia para sorprender a las fuerzas realistas al mando de José de María Barreiro.


Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Nailet Rojas Garcia. 

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