Se cumplen 100 años del nacimiento de Arístides Bastidas, el periodista y militante comunista yaracuyano que se destacó por su labor de divulgación de la ciencia en la prensa venezolana.
Sus artículos de la columna “La Ciencia Amena”, que escribió y publicó sin pausa desde 1971 hasta 1992 en el diario El Nacional, son un referente y una escuela para el periodismo científico en el país.
Así lo recuerda, la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, en un mensaje publicado en su cuenta en la red social X, donde destacó que Arístides Bastidas ha sido, “sin ninguna duda, el más consecuente divulgador de la ciencia en la prensa venezolana”.
La también ministra para Ciencia y Tecnología, rememora la icónica declaración del periodista, educador y divulgador de la ciencia venezolano: “El oficio de nosotros, los periodistas, no es el de oscurecer las aguas para que parezcan profundas, usando un lenguaje ininteligible; es todo lo contrario, llevar claridad a donde existe confusión y llamar las cosas por el nombre con el que la conoce el pueblo”.
Bastidas fue un autodidacta que se inició en el periodismo en 1945, tras desempeñar diversos oficios para ayudar a su familia. Fue un activo participante de la resistencia contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y un defensor de los derechos de los trabajadores de la comunicación.
Su pasión por la ciencia lo llevó a investigar, leer y escribir sobre los avances, los personajes y las curiosidades del conocimiento científico, con un lenguaje claro, sencillo y ameno, que acercó la ciencia al pueblo.
En ese sentido, la vicepresidenta sectorial subraya que Bastidas no era un científico de formación académica, pero sí de vocación y de oficio, “su legado y proeza fue popularizar la ciencia, haciendo posible que fuera de todos y todas”.
Por su contribución al desarrollo del periodismo científico, Arístides Bastidas, recibió el reconocimiento de los gobiernos de Venezuela y de España, y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que le otorgó el Premio Kalinga en 1982.
Arístides Bastidas, nació, según su propio testimonio, el 2 de marzo de 1924. En su honor, el municipio de Yaracuy lleva su nombre.
La ciencia para todos
Arístides Bastidas dedicó su vida a hacer accesible el conocimiento científico para todo público. Uno de sus mayores legados fue la formación de generaciones de periodistas y comunicadores sociales que lo asistían y aprendían de él en su oficina de redacción del diario El Nacional.
A esta oficina le pusieron el nombre de “La Brujoteca”, por la cantidad de libros, revistas, documentos y objetos curiosos que allí se encontraban.
En “La Brujoteca”, Bastidas impartía la cátedra libre de periodismo científico, y les transmitía a sus discípulos los principios de rigor, ética, creatividad y compromiso social que caracterizaban su labor.
Precisamente, su constante esfuerzo por hacer accesible la ciencia para todos, se ve reflejado en sus más de veinte libros, entre los que se incluyen: “El átomo y sus intimidades”, “Científicos del mundo”, “Ciencia y tecnología, dos bienes sociales”, “El anhelo constante”, “Aliados silenciosos del progreso”, “La Tierra, morada de la vida y el hombre” y “Los Órganos del Cuerpo Humano”.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Nailet Rojas Garcia.
