(Caracas, 29 de octubre de 2025).- Durante el I Congreso Internacional Espacial Un futuro compartido, celebrado en la Sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño, el ingeniero José Luis Porras, experto de la delegación de Francia, abordó el crítico tema de los desechos espaciales, destacando la urgencia de implementar soluciones innovadoras para garantizar la sostenibilidad de las actividades en el espacio.
Porras explicó que los desechos espaciales son aquellos objetos generados por la fragmentación de satélites y lanzadores de cohetes, que quedan flotando en órbita tras finalizar su vida útil.
Según datos actualizados de la Agencia Espacial Europea (ESA), el ponente señaló que «existen más de 54 mil objetos de más de 10 centímetros en el espacio, 1.2 millones entre 1 y 10 centímetros y más de 130 millones de objetos de menos de 1 centímetro».
Estos fragmentos representan una amenaza latente para la seguridad de las misiones espaciales y los satélites en operación.
El ingeniero resaltó que «la mayoría de los desechos se concentran en la órbita baja, donde se encuentran alrededor del 70% de los objetos espaciales».
En cuanto a las innovaciones tecnológicas, el ingeniero Porras subrayó el progreso hacia tecnologías de eliminación sin contacto.
«Se están desarrollando tecnologías como el láser para sublimar objetos, el uso de plasmas y el electromagnetismo para la eliminación efectiva de desechos sin necesidad de contacto físico», aseguró.
El especialista mencionó el caso del proyecto Xijiang-21, una exitosa operación de China para remover un satélite de la órbita geoestacionaria y llevarlo a una órbita de cementerio, lo cual representa un paso significativo en la eliminación de desechos espaciales.
Desde 2007, la comunidad internacional ha comenzado a adoptar regulaciones más estrictas para abordar esta problemática, comenzando con las directrices del Comité de las Naciones Unidas para el Uso Pacífico del Espacio Exterior (COPUOS) desde 2007.
A partir de este año, se establecieron normas específicas sobre cómo mitigar los desechos espaciales, actualizadas periódicamente hasta el año 2025.
Una de las propuestas que Porras destacó fue la necesidad de fortalecer la cooperación entre naciones para gestionar los desechos espaciales.
En este sentido, también hizo énfasis en la importancia de que las universidades se involucren más en el desarrollo de tecnologías basadas en inteligencia artificial y en la creación de marcos legales nacionales que promuevan un espacio más limpio.
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