(Caracas, 24 de diciembre de 2025).- La ciencia venezolana intensifica sus esfuerzos en la lucha contra la invasión del coral Unomia stolonifera, una amenaza considerable para los ecosistemas marinos del país. Originario de las Islas Célebes, en Indonesia, este coral blando se ha convertido en un verdadero reto ambiental desde su llegada al Caribe venezolano.
A pesar de las diversas teorías sobre su llegada, su aparición en aguas venezolanas sigue siendo impreciso, aunque su impacto es notorio. Se caracteriza por un crecimiento descontrolado que afecta gravemente la biodiversidad, la seguridad alimentaria y las actividades económicas de las comunidades costeras.
Con gran capacidad de propagación, cada fragmento desprendido del Unomia stolonifera puede generar nuevas colonias al adherirse a casi cualquier superficie. Esto ha facilitado su expansión acelerada desde principios de los años 2000 en las aguas venezolanas.
Según Hilda Ángel, gerente general de Parques Nacionales (Inparques), el coral invasivo actualmente afecta zonas protegidas como los parques nacionales Mochima, Henri Pittier, San Esteban, el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare y Morrocoy.
En estos espacios, desplaza especies autóctonas y altera los balances ecológicos. Mochima es uno de los parques más golpeados, ya que, según datos de 2024 proporcionados por el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo (Minec), el 70 % de su extensión está ocupada por este coral.
El alcance del daño ha convertido esta situación en un problema de Estado que pone en riesgo aspectos clave como la biodiversidad, la pesca, el turismo y la seguridad alimentaria. Ante esta amenaza, el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt) y el Minec, con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), trabajan en el proyecto «Fortalecimiento de la gestión para combatir las especies exóticas invasoras acuáticas en Venezuela.»
Hasta ahora se han llevado a cabo seis mesas técnicas donde participaron 83 especialistas de distintas instituciones para idear estrategias de control y erradicación. En la reunión más reciente se discutieron avances en métodos mecánicos de control y se acordó implementar técnicas bioquímicas y químicas a partir de enero, con un período inicial de monitoreo de tres meses.
La Bahía de Conoma, ubicada en el estado Anzoátegui y punto donde se detectó por primera vez el coral invasor, se ha transformado en el epicentro de las investigaciones. El Mincyt y el Minec, junto con científicos de los centros de investigación y de las universidades del país, trabajan conjuntamente para evaluar y comparar diferentes alternativas de manejo.
Según Nelcy Rivero Paredes, bióloga e investigadora de la Universidad Marítima del Caribe, mediante la Red Científica Tecnológica se han puesto en marcha siete métodos para controlar este octocoral invasivo.
Entre estos métodos está la extracción manual realizada por buzos especializados, quienes ayudan a limitar su propagación. También se ha implementado la exposición UV láser como técnica innovadora que descompone los tejidos del coral sin dañar los ecosistemas cercanos.
Otro método consiste en utilizar mantos plásticos impregnados con extractos desarrollados en laboratorios nacionales que asfixian el coral al privarlo de oxígeno en tan solo cinco días. Además, se aplica succión controlada mediante ultrasonido para fragmentar el coral mientras se bloquea su dispersión. Asimismo, se plantea usar mantos plásticos tratados con extracto de neem que inhiben directamente el crecimiento del Unomia stolonifera.
Además del avance científico, se han llevado a cabo jornadas comunitarias en las zonas afectadas, beneficiando a más de 800 familias y 280 personas. Estas actividades buscan sensibilizar a las comunidades sobre el impacto ecológico del Unomia stolonifera y la importancia de su colaboración activa para prevenir una expansión mayor.
Mincyt/Prensa/AE/Fotografías: CR





